¿Te atreves a volar en Galicia?

AL SOL

Desde viajar en globo a surcar el cielo en ala delta, así se puede descubrir la comunidad a vista de pájaro

27 ago 2021 . Actualizado a las 11:46 h.

Experimentar la sensación de volar es una de las más buscadas entre los viajeros intrépidos que quieren sumar nuevas experiencias a la mochila y lo cierto es que existen multitud de alternativas para conocer la comunidad desde las alturas. 

 En globo 

A mil metros de altura. Sobrevolar los Cañones del Sil y sus viñedos milenarios a mil metros de altura es posible en Galicia. El viento es el gran protagonista de esta aventura de una hora en la que llegará a decidir el lugar donde pisaremos tierra firme. Para vivir una experiencia en globo es necesario madrugar, pero también rascar un poco el bolsillo, ya que tienen un coste de 180 euros. «Nosotros llegamos un ratito antes y vamos preparando el globo -que se tarda entre media hora o 45 minutos- y una vez que llegan los pasajeros solo hace falta llenarlo con aire caliente y levantarlo y nos vamos volando», explica Daniel Tarno de la empresa Globos Boreal. 

EN AVIONETA

Ser piloto por un día. Senda Natura Galicia ofrece la posibilidad de hacerlo sobrevolando en avioneta las Rías Baixas. Su gerente, Óscar Garrido, nos comenta que es muy fácil y que «salvo el despegue que hace el piloto, cualquier persona puede manejar la avioneta». Explica que es como un «coche de autoescuela», ya que si en algún momento hay algún error el piloto asume todo el control. Por 195 euros, dos personas pueden disfrutar de la belleza de las Rías Baixas y sus islas desde las alturas. «Las Cíes se ven formidablemente bien, pero siempre las rodeamos porque son un espacio protegido», dice Óscar Garrido. Los vuelos que tienen una hora de duración, salen desde el aeropuerto de Peinador (Vigo).

 

 EN parapente

Vigo desde las alturas. La orientación del viento será la que guíe nuestro rumbo a la hora de sobrevolar la zona de Baiona y A Guarda. Los vuelos en parapente, de 65 euros, parten desde el impresionante paisaje del Alto da Groba, por lo que podrás disfrutar de unas magníficas vistas en los quince minutos de duración. «El parapente es biplaza, siempre vas acompañado de un piloto experto que lleva más de 30 años volando», explica el gerente de Senda Natura Galicia que cuenta que si queremos embarcarnos en esta aventura debemos tener en cuenta la meteorología: «para el parapente siempre confirmamos el vuelo el día anterior porque dependes del pronóstico y de los vientos», explica.

En Ala Delta

Volar como un pájaro. Si quieres experimentar de forma más directa la sensación de volar como un pájaro esta es tu opción. El Club Ala Delta Galicia ofrece la posibilidad de aprender desde cero en un curso que ronda los 400 euros. «No es difícil aprender a volar en Galicia, pero es un proceso a medio plazo que lleva entre cuatro y cinco meses», afirma el presidente e instructor del club, Vicente Fernández. La meteorología vuelve a ser un factor fundamental, pues dependiendo de ella el vuelo pueda tener una duración más o menos larga: «puede que estés una hora y media o puede que estés quince minutos, depende del pronóstico de vientos, de la dirección y de su intensidad, por eso solemos volar desde el mediodía hasta el atardecer», explica.

«Es una experiencia única y tremendamente especial»

La influencer ourensana Ana Feijoó, también conocida como Ana Politan, decidió coger la mochila y aventurarse junto a su pareja Lucas González a contemplar el impresionante paisaje de la Ribeira Sacra desde un globo aerostático. A pesar de que esta no es la primera vez que se atreve a montar en globo, reconoce que la vez anterior no fue como esperaba: «había montado en globo en Estados Unidos pero en una zona donde el paisaje era muy plano». Es por esto que le quedó la espinita y se animó a sobrevolar los Cañones del Sil a ni más ni menos que mil metros de altura. «Me motivé y le dije a Lucas si se animaba, él tenía un poquito más de respeto hacia el tema, pero al final reservamos con Globos Boreal», confiesa la influencer. Y lo cierto es que ambos quedaron impresionados. «Ver la Ribeira Sacra ya es increíble en sí como para verla por encima en un globo, es una experiencia única y muy especial», admite.  Y vaya si en única, ya que cada día a las ocho de la mañana tan solo despega un globo. 

 Sin embargo, lo que más impresionó a la ourensana fue saber que los globos aerostáticos no se dirigen, el viento es el que guía su rumbo: «es una sensación de flotar», confiesa Ana. Además, a pesar de que los vuelos despegan entre las zonas de Chantada y Taboada, el aire también hace que el lugar de aterrizaje sea una sorpresa: «es muy especial porque tú despegas y no sabes donde vas a aterrizar. Te va persiguiendo una furgoneta por debajo y aterrizas en una finca que sea llana y libre de árboles», comenta la influencer que explica que, para vivir esta experiencia al completo, la empresa organiza un almuerzo después del aterrizaje donde los pasajeros brindan con una copa de champán. Vamos, todo un final de película.