El verano loco de Briatore con su discoteca Billionaire

f. s. REDACCIÓN

AL SOL

Europa Pres

El italiano se pelea con virólogos y políticos mientras intenta que su local, ahora cerrado, sobreviva al virus

24 ago 2020 . Actualizado a las 08:59 h.

Flavio Briatore es una carta ganadora cuando se juega a la controversia. El italiano, propietario de la conocida discoteca Billionaire, se ha convertido en uno de los personajes del verano en Italia. Él ha intentado adaptar su local a las exigencias impuestas debido a la pandemia, pero ha tenido que cerrar al darse un brote de seis positivos en coronavirus cuando intentaba reflotarlo organizando cenas con show incluido, adoptando un formato similar al del Moulin Rouge. Aunque él tiene otra versión, ya que asegura que el cerrojazo llegó antes a causa de la ordenanza del alcalde de Arzachena, una norma que prohíbe la música al aire libre después de la medianoche y la veta a partir de la una de la mañana si es en el interior, según informa el rotativo italiano Il Corriere della Sera.

«El virus panadero»

El millonario, famoso por su papel en la fórmula 1 y por sus numerosas relaciones sentimentales con modelos, responde a los epidemiólogos y señala, con sorna, que este es «el virus panadero, que trabaja de noche y descansa de día», criticando que se utilicen los establecimientos de ocio nocturno como chivos expiatorios de los repuntes en su país sin tener en cuenta los paseos, las aglomeraciones y las prácticas de riesgo que tienen lugar en la calle a plena luz del día. Esta postura le ha otorgado miles de aplausos y críticas en las redes, porque Briatore genera en su país pasiones parecidas a las de un club de fútbol: adhesiones encendidas o rechazos inmutables. El magnate explota este filón sin ningún reparo, y se dirige a sus fieles ataviado con una de sus camisas tropicales o incluso prácticamente saliendo de la ducha. También desafía a las autoridades con acciones legales, asegurando que difundirá un vídeo en el que puede comprobarse cómo en otros locales los clientes bailan juntos incluso en las mesas, sin respetar la distancia social.

Mientras, decenas de sus empleados permanecen aislados, a la espera de saber si están contagiados de coronavirus, porque el personal que dio positivo en Billionaire trabajaba en otros negocios de Briatore.