Sin duda, son unos meses difíciles para la verbena y todo lo que la rodea. No solo supone un frenazo en la carrera artística de los músicos, sino también una gran pérdida en el ámbito social y también en el económico para otros sectores.
Por lo de pronto, este grupo de jóvenes, como todos, surfean entre las restricciones y el temor a los rebrotes para conseguir disfrutar del último tramo del verano más extraño que recuerdan antes de la hipotética vuelta las clases.