Los Fogos salen del Obradoiro y logran una pirotecnia de altura

Emma araújo SANTIAGO

AL SOL

El riesgo de incendio redujo de ocho a seis los puntos de lanzamiento

25 jul 2020 . Actualizado a las 14:28 h.

Santiago es tierra de tradiciones. Y la pirotecnia en la noche del 24 de julio fue una de ellas hasta que la tecnología audiovisual deconstruyó el espectáculo para renovarlo con gran éxito y más garantía patrimonial, al evitarse el ritual de la quema de la fachada. Así fue hasta que el coronavirus lo cambió todo e hizo imposible el abarrote que cada año se vivía en la Praza do Obradoiro para abrir el día más importante de las Festas do Apóstolo. La pirotecnia recuperó ayer todo el protagonismo y la ciudad también, ya que por vez primera los fuegos no se lanzaron desde el entorno de la catedral y pudieron verse desde múltiples puntos.

Conjugar espectáculo y seguridad no es fácil, por eso todas las personas que de alguna forma estaban implicadas en la organización de este año se mantuvieron en vilo hasta el último segundo. Doscientas participaron en el dispositivo, tanto para evitar accidentes provocados por la pirotecnia, como por el cumplimiento de la normativa de prevención del coronavirus.

Vista de la ciudad desde O Pedroso con los fuegos en distintos lugares y la catedral iluminada en el centro de la imagen
Vista de la ciudad desde O Pedroso con los fuegos en distintos lugares y la catedral iluminada en el centro de la imagen Xoán A. Soler

En un principio, el espectáculo contaba con ocho puntos de lanzamiento de los fuegos, con una composición de dieciocho colores y una traca final de luz y ruido ascendentes. Pero Medio Rural pidió horas antes al Ayuntamiento que eliminase dos de ellos, los que coincidían en los lugares más arbolados, ya que el riesgo de incendios era demasiado elevado.

La propuesta del Concello de Santiago fue la de alejar los fuegos de las personas para que pudiesen disfrutarlos sin aglomeraciones y con perspectiva. Pero no fue así para todos, ya que la población más cercana a los puntos de lanzamiento tuvo que extremar las medidas de seguridad, con limitaciones para aparcar y para moverse durante una hora para evitar accidentes con las cañas. Esto provocó quejas, pero también vistas privilegiadas para las que en años anteriores eran necesarias horas de espera para tener un hueco en el Obradoiro, que vivió una noche Apóstol muy extraña y que, ojalá, no vuelva a repetirse.

O Pedroso, uno de los puntos en los que Medio Rural prohibió el lanzamiento, regaló una panorámica del espectáculo al verse las diferentes alturas, combinadas con 31 efectos pirotécnicos. La sensación global fue muy valorada por el público, que calificó el espectáculo como «os fogos máis democráticos», ya que permitieron verlos sin colas o aglomeraciones y en toda la ciudad.

Los Fogos do Apóstolo dejan un incendio cerca del parque Granell

Tres dotaciones del parque de bomberos tuvieron que intervenir para controlar las llamas

Emma Araújo

Los Fogos do Apóstolo, que al repartirse por toda la ciudad fueron especialmente vistosos y elogiados, dejaron mal sabor de boca en el último momento, ya que todo apunta a que el lanzamiento de la pirotecnia en el parque Granell causó un incendio en la zona. Fue necesaria la intervención de tres dotaciones del parque de bomberos, ya que en un primer momento este servicio recibió llamadas alertando de que las llamas estaban cerca de dos viviendas de Pai da Cana, pero cuando llegaron los bomberos constataron que las casas no corrían peligro. Las llamas alarmaron al público que permanecía en este parque, pero la situación quedó controlada sobre la una de la madrugada, quedando afectada una hectárea de matorral.