Belén Esteban: «Me encanta la patata gallega, tiene un sabor distinto»

AL SOL

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La colaboradora de Sálvame, que lleva cuatro años veraneando en O Val Miñor y Vigo, agradece que la dejen pasear sin agobiarla

10 ago 2019 . Actualizado a las 21:38 h.

En su momento, no se pudo resistir a la recomendación de su amiga y compañera Carlota Corredera. Belén Esteban ha escogido por cuarto año consecutivo las Rías Baixas como destino vacacional. Y su nuevo marido, Miguel Marcos, ya era un enamorado habitual de Galicia. La conocida como princesa del pueblo hace alarde en las redes sociales de los rincones paradisíacos que ha visitado. «A pesar de las obras, Vigo está precioso», recalca.

La colaboradora de Sálvame se ha hospedado en la ciudad y, desde ella, ha organizado todas las visitas familiares: A Guarda, Combarro, Baiona, Compostela… y Nigrán. Nigrán, Nigrán y Nigrán, porque a la Esteban, insiste mucho, le encanta. Praia América se ha hecho un hueco en su corazón. «España tiene una costa preciosa, pero esta playa es espectacular. Soy feliz en ese paraíso rodeada de mi familia, con mi sillita de playa y recorriéndome la orilla de una punta a otra», dice. Su estancia ha coincidido con una invasión de algas. Un día sí y otro también, el arenal amanecía bajo un manto verde, algo que no supuso molestia alguna para ella porque «con todas las ganas que tenía de estar aquí, son lo de menos».

Otro rincón especial que se ha ganado su corazón es A Guarda. A la colaboradora le encanta pasearse por el puerto de la coqueta villa marinera y frecuentar su lonja, acompañada de su Migui. Y la comida, claro, no podía faltar. Belén Esteban se chupó los dedos en la capital de la langosta. La gastronomía, asiente, es otro de los grandes atractivos turísticos que tiene para ella la comunidad. En los últimos días de su retiro televisivo, Belén se hizo una especie de ruta culinaria. Si se tuviese quedar con un solo producto de la cocina gallega, no necesitaría pensárselo dos veces: «Marisco, por supuesto». Pero aporta un manjar diferencial frente a los gustos habituales de los turistas. Adora las patatas gallegas porque, dice, despreocupada por las posibles consecuencias en la báscula, «tienen un sabor distinto, están muy buenas».

Un aspecto primordial que motiva a la Esteban a recomendar Galicia a todo el mundo es su gente. Dice sentirse como en casa gracias al trato que recibe: «La gente aquí es muy educada y agradable». Admite no haberse sentido nunca agobiada por la presión de los viandantes cuando la reconocen y agradece la tranquilidad que transmiten los gallegos.

Su querencia por Galicia se remonta al 2012. Aquel año, la colaboradora de Telecinco se reunió con las mariscadoras de A Illa para comprobar el duro trabajo que desempeñaban a pie de playa. Belén se enfundó unas botas de plástico. Después ya ha ido descalza y sin miedo a las algas.