Lucía Martiño: «Guardo fotos de verano para los peores días de invierno»

AL SOL

La surfista profesional disfruta esta semana en la playa de Pantín

29 ago 2018 . Actualizado a las 05:00 h.

Lucía Martiño de la Arena (Gijón, 24 años). El segundo apellido no le puede ir mejor. De hecho, lo heredó de su madre y fue ella la que le compró por Navidad su primera tabla de surf, con apenas 10 años. «En ese momento era como un juego y con los años me fui enganchando», cuenta la asturiana, una de las participantes en la prueba del Pantín Classic. Ayer cayó eliminada, pero eso no le impide seguir disfrutando de la playa valdoviñesa, una de sus favoritas. Galicia es, precisamente, uno de los destinos más repetidos por Lucía, entre las pocas españolas en la élite mundial.

-El surf pasó de ser un juego a ser uno de los amores de tu vida.

-[Sonríe] Sí, creo que sin el surf no sería nada ahora mismo. Me encanta estar en contacto con el agua y la naturaleza. Además, es un deporte que hace que te relaciones mucho con otras culturas. En conjunto, toda la esencia del surf engancha mucho y es una forma de vida.

-¿Esa forma de vida es tan especial como parece?

-Sí, aunque también existe una cara B que la gente quizás conoce menos. En las redes sociales se transmite el surf como playa, color, agua caliente, olas increíbles..., pero en realidad es un deporte duro para los que competimos profesionalmente. En invierno cuesta mucho ir al mar cuando hay 5 grados fuera y 8 grados en el agua. Eso no se ve.

-Pero la cara A vale la pena, ¿no?

-¡Claro! Siempre hay una recompensa, de viajar, surfear en sitios increíbles, conocer gente....

-Y de todos los sitios en los que has estado, ¿con cuál te quedas?

-Me encanta Indonesia, por las olas, porque siempre que fui resultaron increíbles. Y como país en sí, por la relación de olas, gente, paisajes y cosas para hacer, me quedo con El Salvador. Me gusta toda Centroamérica, pero este país en concreto me encanta. Allí hay mucha aventura.

-Con tantos viajes, te sobrarán fotos para subir a las redes...

-Sí, la verdad es que cuando estoy de viaje tengo demasiadas fotos para poder subir y siempre me paro a escoger la mejor. Eso sí, también guardo algunas de archivo para cuando llegan los peores días de invierno, en los que estoy en casa y no me puedo sacar fotos increíbles [ríe]. Además, es que no tenemos presupuesto para un fotógrafo que nos haga imágenes de acción, así que nos conformamos con las de fuera del agua, por eso subimos tantas de lifestyle.

-Tienes 69.300 seguidores y muchos te etiquetan como «influencer». ¿Qué te parece?

-Es que las redes sociales son muy importantes para nuestro deporte. Hay muchas marcas privadas que no tienen que ver con el surf y nos apoyan por nuestra imagen. Y gracias a ellas podemos viajar. Además, me encanta transmitir a la gente la esencia de nuestro deporte y dar a conocer nuevos lugares.

-¿Y Galicia?

-Siempre me encantó, es espectacular y tiene muchas playas para surfear. Además, con menos masificación e iguales condiciones que en otras partes del mundo. Somos de aquí y no nos damos cuenta de lo que tenemos en Asturias o en Galicia.

-¿Con qué rincones te quedas?

-En la playa de Pantín, por ejemplo, estoy encantada. Otro de mis sitios preferidos es la playa de Doniños, en Ferrol. Y toda la costa de Vigo y Nigrán. ¡Ah! Y hay que decir que la comida es la mejor del mundo con la de Asturias.

-Entonces, recomienda uno de esos manjares, para terminar.

-El pulpo a la gallega es mi plato preferido. También las zamburiñas y las vieiras. Aconsejo comer el marraxo del Kilowatio de Cedeira. Y todo lo que hay en la Taberna do Puntal, en Vilarrube (Valdoviño), que esta semana tenemos allí tres reservas [ríe].