¿Viajamos a la playa de los ochenta? Ojo, que hay que hacer la digestión
17 ago 2018 . Actualizado a las 05:00 h.Se repuso tantas veces Verano azul que ya cuesta asociarlo a una época concreta de nuestras vidas. Pero la primera vez que se emitió fue en 1981. En aquella serie se refleja un tipo de verano que hoy se añora, idealizado en la memoria. Julios y agostos en los que siempre lucía el sol, en donde los críos circulaban con la BH y donde aún no nos habíamos globalizado. Hay cosas de entonces y de los años anteriores que hoy chirrían. Por ejemplo, la sacrosanta digestión que entonces no se la saltaba ni el más listo. Dos horas ahí torrándose al sol en playas como Riazor o Samil, mirando al mar como con los mismos ojos con los que el que está a dieta mira a un pastel de chocolate.
En los ochenta se empezaron a ver los primeros casos de una práctica entonces controvertida en Galicia: el topless. En la sección de cartas al director de este diario se recibían constantemente misivas que denunciaban a esas mujeres que tomaban el sol sin parte de arriba. ¿Y qué decir de la irrupción del nudismo? En algunos casos la cosa llegó a pedradas de los vecinos que no querían aquello en su zona. Hoy todo eso, normalizado y aceptado, no provoca más que sonrisas.
También supone el momento de la implantación del windsurf en nuestras playas. A finales de la década también se extendió el surf que hasta entonces era algo minoritario. Eso sí, a pelo y en plan autodidacta, sin trajes de neopreno ni escuelas para niños. Respecto a los bañadores progresivamente fueron ganando en tela. Empezaron la década en plan slip y fue creciendo la cosa hasta terminarla de bermudas.
Georgie Dann en aquel entonces encarnaba la canción del verano. Pero de verdad, no con el tono nostálgico con el que se le invoca ahora. Mami que será lo que quiere el negro arrasó en el 85; El negro no puede, en el 86; y El Chiringuito, en el 88. Todo ello en un ecosistema musical en el que se cruzaban Los Rebeldes con su Mediterráneo, Locomia con su pieza homónima o The Refrescos con el celebérrimo Aquí no hay playa.
Aquellos veranos del TAB adelantando las bebidas light, el anuncio de Fa y el Equipo A se han quedado grabados en el recuerdo. Con Juan Pablo II visitando España, Felipe González colándonos en Europa y el Citroën CX recalentando a los pasajeros que se desplazaban. Esos veranos que ya no volverán.