Belinda Washington: «Galicia la llevo en el ADN, escucho falar galego y soy feliz»

AL SOL

CEDIDA

«A Mariña es un lugar donde volver y estar», dice en Rinlo

16 ago 2018 . Actualizado a las 05:00 h.

«A Mariña es maravillosa. No hay ni una de las personas que he traído que no se haya enamorado locamente de esta zona. El paisaje, la comida, la gente..., no hay ningún pero. Hay mil razones por las que venir». No son palabras de una mariñana, sino de Belinda Washington (Reino Unido, 54 años), que casi lo es. Un año más la actriz y presentadora de televisión, además de cantante y pintora aficionada, se ha pasado por la costa lucense, con base en Rinlo, para desconectar.

-¿Desde hace cuánto Galicia está unida a tus veranos?

-Desde que era pequeña ya sentía una vinculación leyendo a Rosalía de Castro, Emilia Pardo Bazán o Valle-Inclán. Ahí Galicia ya me llamó mucho la atención. También porque es muy similar a Escocia, donde me crie. Y desde hace unos años decidí que A Mariña lucense era un lugar donde volver y estar. No me vengo a vivir porque no puedo. Rinlo, en concreto, me tiene enamorada.

-Cada año tiene que haber una píldora de esta tierra en tu vida...

-Cada año, ¡y cada mes, diría yo! Galicia es adictiva. Es tan bonita y la echo tanto de menos... Eso de la morriña, yo también lo siento.

-En Rinlo se le ve adaptada.

-Sí, la gente es muy cariñosa. Aquí tengo muchos amigos y amigas, como Rosa. Ahora mismo, de hecho, estoy en casa de su madrina pintando, delante del mar. Estoy muy integrada, sobre todo porque son muy generosos.

-Posas en A Cofradía de Rinlo, donde en julio diste tu primer concierto en A Mariña. ¿Qué tiene de especial este sitio?

-Cuando lo conocí intenté sentarme a comer dos veces, sin éxito. Por algo será. Y a la tercera, lo conseguí. A partir de ahí, me hice muy amiga de los dueños. Aquí celebro mis cumpleaños y los de mi hija. Es el sitio donde me encanta estar. Lo recomiendo.

-¿Y qué sueles tomar?

-Zamburiñas de Rinlo, un poquito de erizo, arroz con bogavante... o cualquier pescado fresco. ¡Ah! Y también huevos de corral con unos cachelos bien fritos, chorizo de la zona y pan gallego. Se te caen las lágrimas, las cociñeiras lo ponen todo riquísimo.

-Con algo habrá que maridar esa cantidad de manjares...

-Con un buen albariño de la tierra. Que además, yo soy dama de la Orden do Albariño.

-Polo que vexo, xa te manexas un pouco en galego...

-Vou falando, vou falando, aunque todavía tengo que mejorar un poquitín. Entender, entendo. Luego, lo que no sé, me lo invento. De hecho, alguna vez ya me han preguntado si tenía familia gallega. «É que xa falas», me dijeron. ¡Esperad que me quede aquí más tiempo, que ya veréis!

-¿Volverás por aquí?

-¿Qué creéis?

-Nos da que sí...

-Es que cuando una está enamorada, visita a su novio. Para mí Galicia es muy especial. La llevo metida en el ADN. Escucho a alguien falar galego y soy feliz.