Lluvia de calimocho y guerras de barro y harina en A Fraga

m. Aneiros / A.U.

AL SOL

Muchos de los asistentes lucían en su ropa las manchas de harina, barro y vino características de esta multitudinaria fiesta que se celebra cada año en el municipio coruñés de As Pontes

26 jul 2018 . Actualizado a las 05:00 h.

El cántico anual de «Festa da Fragas, festa nacional» volvió a escucharse ayer en la carballeira de Dona Rita. La lluvia de calimocho había comenzado y, antes incluso del inicio del concierto, muchos de los asistentes ya lucían en su ropa las manchas de harina, barro y vino características de esta multitudinaria fiesta que se celebra cada año en el municipio coruñés de As Pontes. Sombreros con paraguas, tutús de bailarina, máscaras, cualquier traje es válido, mientras no salga limpio de la fiesta.

Haciendo honor al día del Apóstol, el grupo Jerusalén empezó su actuación con una versión rock del himno gallego, aunque los versos de Pondal fueron sustituidos por los «lo lo lo» del público. Sin embargo, fue la interpretación del Highway to hell de AC/DC la que desató la locura de los que ya llevaban algunas horas preparándose para la celebración. Los vasos comenzaron a volar y ya eran muchos los que disfrutaban bailando sobre los hombros de algún acompañante de la que algunos, como la eumesa Alba Corral, que acudía por segundo año consecutivo, califican como «la mejor fiesta de toda Galicia».

Para muchos A Fraga es el final de una larga semana de celebración, como es el caso de un numeroso grupo de amigos que aseguran que, aún siendo de As Pontes, cada año deciden acampar «para vivir la experiencia completa». Aunque los veteranos dominan, había quien, como Clara Corral, se iniciaba en la tradición. «Me lo recomendaron mis amigos», comenta no muy convencida de terminar la fiesta con un baño en el río. Los que la acompañaban sin embargo, parecían no tener dudas y aseguraban que «esa es la mejor parte de todas».