Dulces sueños con toque original

AL SOL

CARMELA QUEIJEIRO

¿Cansado de los hoteles? Duerme en un árbol, un faro o ¡en una botella!

20 jul 2018 . Actualizado a las 18:44 h.

La innovación y originalidad en esto de dormir fuera de casa va a una velocidad endiablada. La noche de hotel sigue siendo lo más común, pero a muchos les parece que le falta algo de salero. Así que los empresarios le han dado una vuelta a sus ideas y ya se pueden tener dulces sueños en cabañas de árbol, tiendas de campaña con camas, barcos, en un faro o, incluso, en una botella. 

En lo alto de un árbol

A todo lujo en la naturaleza

Llegaron hace cinco años y siguen siendo una novedad. Las Cabañitas del Bosque tienen un 100 % de ocupación prácticamente todo el verano y un 80 % el resto del año. «Hai moita demanda», cuenta Manuel Lema, el encargado. En las cabañas que se suspenden en lo alto, los huéspedes, en plena naturaleza, suben por unas escaleras de madera hacia un pequeño apartamento a todo lujo. Aunque no todas son así, ya que cuentan también con construcciones al nivel del suelo. En total, suman cerca de una treintena distribuidas por seis fincas en el entorno de la sierra de Outes. «Buscamos unha implicación do usuario coa natureza e sostenibilidade, todo con materiais locais», resume Lema. El precio de una noche para dos son ahora 160 euros, mientras en temporada baja son 140. 

JOSE ALONSO

Al borde del mar

Un faro reconvertido

¿Sueñas con dormir en medio del agua? El faro de isla Pancha, a un par de kilómetros del núcleo de Ribadeo, reabrió en octubre del año pasado como alojamiento turístico. Cuenta con dos apartamentos para cuatro personas y su encanto reside, más allá de estar al borde de la ría, en mantener la estructura del faro de 1857. Los huéspedes pueden visitar la zona más alta a través de una escalera de caracol forjada en Sargadelos. «El entorno es espectacular y el alojamiento, cómodo y moderno», destaca la encargada, Marieta Pérez. La playa de As Catedrais está a diez minutos. La noche en temporada alta cuesta 399 euros y en baja, 200, aunque hacen ofertas cada cierto tiempo. 

¡Vámonos de «glamping»!

Tiendas de campaña coquetas

Para quien lo quiera, se acabó eso de levantarse con dolor de espalda o no conseguir pegar ojo en una tienda de campaña. Cada vez más cámpings cuentan con una sección de glamping -o están especializados en él-, que no es otra cosa que aportar un poco de glamur a dormir en la naturaleza. En el cámping de A Muiñeira, entre las playas de A Lanzada y Raeiros, en O Grove, tienen cuatro tiendas preparadas de esta manera, con cómodos colchones, a los que basta con llevar un saco de dormir. Además, la oferta añade una cabaña de madera ecológica. «Están a pie de playa y te levantas viendo al mar, es espectacular», subraya el responsable, Martín Rivera. La noche para dos son 70 euros hasta el 26 de agosto y 50 del 27 hasta octubre. 

Que te mezan las aguas

Túmbate hacia babor o estribor

Es más habitual, aunque no por ello deja de ser especial. Multitud de firmas ofrecen alquiler de barcos, con o sin patrón, en los que, si se firma por más de un día, se puede pasar una noche fondeado en el agua. Es el caso de la viguesa Sailway, cuyos usuarios suelen ir por las Cíes, Aldán, Fisterra, A Illa o Barro. «Mientras haya poco viento y esté el agua tranquila, se puede dormir bien», considera María Pintos, una de las encargadas. Tienen alguno hasta con capacidad para diez personas, que sobre todo usan los jóvenes. El coste varía según el tipo de alquiler. Por otro lado, en la ría de Ferrol, por ejemplo, Alberto García-Samaniego ofrece dormir en su velero amarrado en el puerto por 109 euros la noche. Lo usan sobre todo peregrinos al ser el inicio del Camino Inglés

OSCAR VíFER

¿Una botella?

Más original imposible

Un artilugio, con forma de botella de albariño, que se concibió para promocionar el Xacobeo 99 y ahora se utiliza para dormir. La idea de Mónica Novas y Juan Lusquiños, impulsores del proyecto Made in Fofán -en Meis-, aún no es un alojamiento turístico oficial, pero poco le falta. Así que, mientras, lo que hacen es sortear, a través de sus redes sociales, noches para parejas. «A todos les encanta, es superoriginal y espaciosa», cuenta Mónica sobre la botella. Al lado hay, además, un hórreo que también está en trámites de ser un alojamiento y un hotel, con cuatro habitaciones, en el que ofrecen baños turcos -con agua de un manantial propio- o treinta tipos de fruta. Son las agro chic house de las Rías Baixas.