Compostela se narra a sí misma

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La tradición festiva del Apóstol se proyectó sobre la fachada del pazo de Raxoi

25 jul 2017 . Actualizado a las 10:10 h.

Se pintó a sí misma. Usó como lienzo la fachada del Pazo de Raxoi. A base de luz fue trazando sus propios contornos, haciendo salir la memoria de las fiestas en el centro mismo de la fiesta. Galoparon de nuevo los caballos en la fiesta del Cendal, deseosos de hacerse con ese paño de tela finísima, signo de la victoria. No lo hacían desde finales del siglo XVIII. Las pinceladas fueron dándole color a los recuerdos, que surgían vívidos de la piedra milenaria. Santiago se narraba a sí mismo antes de estallar en fiestas.

Así que la noche de los fuegos habló de fuego. De la quema de la fachada neomedieval que se inició en el siglo XIX y se repitió año a año, cada 24 de julio, cada víspera de Santiago, hasta hace cuatro. Y como un espejo, Raxoi iba reflejando las fachadas efímeras que se han instalado cada noche de los fuegos delante de la escalinata de acceso a la catedral.

Sobre el Ayuntamiento fueron pasando los seis modelos, uno a uno, que ha sacado de la historia la labor de documentación de Acciona. Dibujó Manuel Prado y Vallo la primera en 1852. En el año santo de 1880 se sustituyó por una neomudéjar. La había diseñado Faustino Domínguez Coumes-Gay. Ardió durante cien años. Hasta que en el 2000, del archivo municipal rescataron una fachada neogótica. Daniel García Vaamonde la había puesto sobre el papel, en 1897. Nunca había ardido ante el Apóstol. La Guerra de Cuba, por aquel entonces, impidió ejecutarla.

Y entonces, sobre el lienzo se trazó el propio lienzo. Y apareció Carlos Lemaur, el ingenieroque viajó desde Francia a Compostela para completar la plaza en la que miles de personas asistieron boquiabiertas a la reconstrucción del Pazo de Raxoi, que volvió a levantarse piedra a piedra, ventana a ventana. Desde los cimientos hasta la portada. Desde los soportales hasta la batalla de Clavijo. Y de repente, la sorpresa. Volvía a verse el Pórtico de la Gloria. Sobre la fachada de Raxoi, el parteluz. El Apóstol saludaba.

Y se pintó a Santiago. En Europa. En Asia. Y también en Latinoamérica. Apareció el Apóstol del Románico. Del Gótico. Y de la sociedad contemporánea. Era un cuadro. Y una escultura. También hay muchos en las vidrieras. Allí estaba, con pose pensativa. A lomos del caballo blanco. Con la concha. Siempre con la concha. Un repaso por las representaciones artísticas de la figura jacobea a lo largo de la historia del arte dejó claro que la esquina de Europa ha cruzado todas las fronteras.

Sigue siendo la esquina de Europa con sus hórreos. El pazo de Raxoi se convirtió en uno de ellos, cubierto de vegetación y en su centro apareció un grupo de pandereteiras de Cantigas e Agarimos, que interpretaron un tema tradicional. Y de esta esquina de Europa han salido también grandes nombres, que también tuvieron su homenaje visual: Rosalía de Castro, Montero Ríos, Valle-Inclán o Díaz Pardo.

Pasaban los minutos, y en el ambiente empezaba a respirarse la pólvora. Los que abrieron la jornada se encargaron también de despedirla. Como mejor saben hacerlo. Con fiesta. Sobre un colorido fondo, volvieron los cabezudos. Los que salieron de buena mañana. Cuando la Berenguela tocaba las doce campanadas. Y animaron las calles de Compostela. Y con el reloj a punto de tañer otras doce veces, regresaron al Obradoiro. Para bailar. Para recordarle a todos que esta es una noche de fiesta.

Zumbó el primer cohete. Y el cielo estalló en mil estrellas. Sobre Santiago, más de cuatrocientos kilos de pólvora para que el fuego, como no podía ser de otro modo, hiciese acto de presencia. Un fuego que durante unos segundos comunicó Raxoi con la catedral. Cientos de colores abrieron los ojos en el Obradoiro. Pero también en la Alameda.

Y aplaudieron desde todos los puntos de Santiago al escuchar, y sobre todo ver, que había estallado la fiesta. Cinco minutos finales de pólvora, tras los que miles de personas dejaron de mirar al cielo. Y se prepararon para vivir la noche. La más especial que tiene Compostela.

Novedades Carminha y un nuevo pase del espectáculo audiovisual

Las plazas de Santiago estarán de nuevo llenas de actividad a lo largo de esta jornada. Los que ayer no disfrutaron del espectáculo de los Fuegos del Apóstol en el Obradoiro podrán ver hoy el montaje audiovisual proyectado sobre la fachada del Ayuntamiento. Habrá dos pases, a las 22.30 y a las 23.30. Poco antes, a las 22 horas, Jay, Bifannah, Novedades Carminha, Bala y Comando Katana se subirán al escenario en la plaza da Quintana. A partir de las 22.30 la orquesta Aché pondrá el punto de verbena a las fiestas del Apóstol. Será en el paseo central de la Alameda. Y a las 23 horas, en la plaza do Toural actúa la Orquesta Xuvenil de Estudio de la escuela de música.

En Mazarelos, desde las 11 a las 21 horas se celebrará la Romaría dos Libros, con debates, presentación de obras y talleres. La tradición llega de la mano de la Feira Cabalar, que tendrá lugar durante toda la mañana en Amio.

En el campus sur continúa el Festigal, con diversas charlas, que comenzarán a las 14 horas, espacio de venta de libros y artesanía, y un café concierto.