¡Taxi a las Cíes, por favor!

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La ruta entre Sanxenxo y Rodas se convierte en la reina de los mares

24 jul 2017 . Actualizado a las 16:11 h.

Con las Cíes en el horizonte es difícil no hacer lo imposible por llegar, así sea volando. A quien le cueste adaptarse a los horarios del transporte que habitualmente navega entre la tierra firme y el paraíso, que sepa que solo tiene que pedirlo: «¡Un taxi a Cíes, por favor!».

Casi con el mismo gesto que si estuviéramos en la Quinta Avenida, el vehículo se detiene a nuestros pies. En vez de amarillo es naranja, pero las comodidades no tienen nada que envidiar. Asientos de primera, con vistas desde cualquier posición y música ambiente que anima a ponerse a bailar. Qué más se puede pedir. Pisar cuanto antes la arena de Rodas. ¡Hecho! En 25 minutos el deseo se hace realidad. Porque llegar en taxi a las Cíes, además de tener mucho glamur, también sus ventajas.

No hay que esperar para embarcar ni desembarcar. Acude a nuestra llamada, y aunque para la cartera va mejor no ser tan impulsivo, si las ganas nos pueden y el servicio está libre no hay problema. «En verano están saliendo continuamente, hay que esperar a que se junte un mínimo de personas -8 para Cíes y 6 para Ons- pero no suele haber problema, aunque también se puede reservar con antelación», explica José Luis Núñez, propietario de Taximar, la empresa que presta este servicio desde Sanxenxo y Portonovo, aunque tiene permiso de la Xunta para hacerlo desde cualquier puerto entre Fisterra y Baiona. Pero la ría de Pontevedra no tiene rival en verano.

La ruta acuática Sanxenxo-Cíes es la reina de los mares. Sin embargo, según explica José Luis, solo puede hacerse con este tipo de embarcaciones y no con las de rutas regulares que sí salen por ejemplo desde Portonovo, Vigo o Baiona. «Es un trayecto largo, y los barcos de pasajeros no lo cubren. Las nuestras, al ser rápidas, sí. La gente no se marea, pero cuando hay viento las gotas de agua te pueden saltar a la cara, algo que por otra parte la gente agradece porque viene acalorada de la playa», explica.

Aunque el grueso de la demanda son los viajes de ida y vuelta en el día a la isla que se lleva casi todo el pastel del turismo del Parque Natural das Illas Atlánticas, ellos están para lo que surja. «Hemos rescatado a los pasajeros de yates que embisten con piedras, que se quedan sin máquina, que les pilla un temporal e incluso a una mujer que se puso de parto...». Es lo que tienen los taxis, que también cubren emergencias. E ir a las Cíes es muy urgente.