La empresa, dedicada a la venta y reparación de aperos agrícolas, celebra mañana una jornada de puertas
05 dic 2018 . Actualizado a las 05:00 h.«Trato próximo e personalizado foi o que tentamos facer nestes cincuenta anos, e séguese». Así resume José Fernández Buján la filosofía empresarial que caracteriza a Jomabe, desde su óptica de fundador de este taller lalinense dedicado a la venta y reparación de maquinaria agrícola que mañana celebrará una jornada de puertas abiertas para conmemorar con amigos y clientes cinco décadas de existencia.
Con el viento otoñal del año 1968 arrancaba este proyecto empresarial, rememora José Fernández Buján el alma máter de esta iniciativa, en la calle del Rodo, «na Casa do Carreira, cunhas ferramentas que mercamos meu irmán Belisario e mais eu». Los dos hermanos Fernández Buján, junto a Manuel García Fernández lideraron una travesía empresarial que se tornaría en Sociedad Limitada en 1975 en una nueva ubicación, que se mantiene todavía en la actualidad, en la Rúa Areal. «Meu irmán Belisario só estivo na empresa uns tres anos pero Manuel seguiu ata a súa xubilación», recuerda el fundador de Jomabe que ya dejó en manos de su hijo Vidal las riendas del negocio familiar, «dende hai dez anos». La reparación de maquinaria agrícola y coches, compra-venta de aperos nuevos y usados centra desde sus comienzos la actividad de la empresa, que vivió los años dorados de la transformación agrícola.
«Despachábase tanta maquinaria que non dabamos feito. No ano 80, por exemplo, vendemos 16 tractores novos, e logo a maiores os usados. Foron anos de moita saída de tractores, empacadoras, remolques... Non había nada e mesmo fixemos de financeira, porque os clientes se non tiñan os cartos o que non querían era ir aos bancos». Con emoción recuerda José años de bonanza pero también de mucho trabajo «e de noites sen durmir dándolle voltas ás cousas»; como por ejemplo adaptar las empacadoras a los caminos estrechos, «e conseguín finalmente elaborar un sistema para colocalas en vertical». Tornero de profesión, con aprendizaje en mecánica de la mano de Jaime González y en Talleres Guerra, José incluso formó a un buen puñado de jóvenes mecánicos de la comarca. Centrados en la agricultura e «intentando ser os primeiros en dar servizo, con novas marcas e tecnoloxía punteira» sigue escribiéndose la historia de Jomabe.