Varios asesores que figuran como tales en el registro oficial de la Consellería de Medio Ambiente en el apartado de fitosanitarios consideran que la agricultura integrada y la ecológica tienen recursos suficientes para hacer innecesario el uso de productos considerados de uso profesional.
La lucha biológica contra las plagas está cada vez más extendida, sobre todo por lo que se refiere a los cultivos bajo abrigo. Se trata de utilizar depredadores de los insectos o gusanos dañinos. Se pueden conseguir por Internet o en los comercios agropecuarios de la zona.
En ocasiones basta con realizar algunos cambios en la forma de trabajar. La recomendación casi siempre tiene que ver con la oxigenación de la tierra y la rotación de los cultivos, lo que reduce notablemente la incidencia de las plagas. Las plantaciones menos intensivas necesitan muchos menos tratamientos, sobre todo contra los hongos, puesto que hay más ventilación. Un adelanto en el momento de la plantación de la patata también puede proteger del mildiu.
Los técnicos recomiendan charlas o cursos en los que realmente se enseñen prácticas sostenibles en el uso de los productos fitosanitarios.
También se puede recurrir a productos totalmente inocuos, como los que se venden ahora libremente, que en teoría son solo para jardines domésticos, o buscar otras opciones como los productos naturales.
La ortiga, en infusiones o caldos, es una de las plantas más utilizadas contra la mosca blanca, los ácaros o el pulgón. También una planta conocida como neem, que actúa con los insectos como inhibidor del crecimiento, lo que los acaba matando. La de ruda es otra de las infusiones habituales de la agricultura ecológica. Es muy adecuada para hacer frente a las plagas de mosca blanca. En Internet es fácil encontrar remedios y recetas para poder elaborarlos.