La carencia de saneamiento dificulta la implantación de empresas
28 dic 2014 . Actualizado a las 05:00 h.La zona rural de Ferrol, ese conjunto de parroquias que supone el 80 % del territorio ferrolano pero apenas un 12 % de la población, reivindica más servicios para equipararse a la zona urbana y permitir su desarrollo, con la implantación de nuevas iniciativas empresariales y sociales. Así se puso de manifiesto esta semana en el último sesión del año de Foro Voz, el espacio de debate que promueve el Grupo Voz, y que en esta ocasión analizó la situación actual y las demandas de la otra cara de Ferrol.
La llegada del saneamiento, petición histórica desde hace décadas, continúa siendo la principal exigencia de los habitantes del rural. Y su carencia un hándicap, no solo en calidad de vida para los vecinos, sino también para la implantación de nuevos negocios. Lo sabe bien José Manuel Cereijo, socio de Covas Vegetal, una empresa agrícola que reparte productos a domicilio promovida por su hijo, un soldador que vivía del naval, tras quedarse sin trabajo. «Desenvolver unha empresa no rural sen saneamento é moi difícil; é a dotación básica», señaló Cereijo.
Distintos sistemas en estudio
En ello coincidieron los demás ponentes: Miguel Parra, presidente de la Asociación de Vecinos Valle de Esmelle; José Lage Bañobre, presidente de la agrupación de entidades vecinales de la zona rural; Natividad González Laso, gerente de la Asociación Costa Noroeste; y la portavoz del gobierno ferrolano, Martina Aneiros, que aseguró que «en este siglo no tiene justificación esa carencia». Por ello, avanzó que el Concello trabaja en el plan director para llevar la depuración de aguas al rural. Y que aunque inicialmente estaba previsto un sistema de minidepuradoras, Emafesa valora actualmente las distintas alternativas, que pasan también por una combinación de minidepuradoras con un sistema de bombeo que permita conectar los grandes núcleos rurales y la opción de enganchar todos los núcleos por redes de bombeo y colectores. Y abogó por que el proyecto se ponga en marcha y apruebe en este mandato y ponerlo a salvo del «devenir político» de la ciudad.
González Laso, gerente de la entidad que distribuye los fondos europeos correspondientes al grupo de desarrollo rural 31, destacó la financiación de hasta 250.000 euros que se ofrece a proyectos viables. La convocatoria se cerrará en marzo, y todavía quedan por repartir 350.000 euros, para los que hay ya dieciséis solicitudes. El ejercicio que ahora se cierra se acabará sin poder invertir otros 30.000. «Hay mucha desconfianza de las ayudas», admite, pero destacó que «cada euro de ayudas provoca cuatro euros más de inversión».
Miguel Parra, presidente vecinal de una de las parroquias más dinámicas, que puso en marcha la ruta de los molinos, destacó el carácter «luchador» de los vecinos y el interés por atraer gente. «No quiero decir que el Ayuntamiento no mire por nosotros, pero ha mirado porque nosotros hemos puesto la mano de obra y la iniciativa», subrayó.
Por su parte, Lage Bañobre incidió en lo «abandonado» de la zona rural y demandó más servicios, como la limpieza de cunetas, las nuevas tecnologías, más desbroces y mejor repartidos, más vigilancia y más información: «Queremos saber lo que se invierte para poder participar». El capítulo de nuevas tecnologías es especialmente importante para empresas como la de Cereijo: «Internet es la base de nuestro negocio», señaló recordando un corte de luz que les dejó sin teléfono cuatro días en septiembre, es decir, cuatro jornadas «en blanco» para la empresa.
Foro Voz cuenta con la colaboración del Concello de Ferrol, la Autoridad Portuaria de Ferrol-San Cibrao, Cofer y Afundación. El debate fue moderado por la periodista María Meizoso.
Cada euro de ayudas europeas se traduce en cuatro más de inversión