Patrocinado porPatrocinado por

Denuncian vertidos ilegales de purines debido al cierre de la planta de Sarreaus

Miguel Ascón Belver
MIGUEL ASCÓN OURENSE / LA VOZ

AGRICULTURA

CEDIDA

Espacios protegidos como el LIC Veiga de Ponteliñares están sufriendo el impacto de los residuos ganaderos, según afirman

03 dic 2014 . Actualizado a las 05:05 h.

La planta de tratamiento de residuos ganaderos de Sarreaus permitía a los productores de A Limia encontrar un destino barato y próximo para depositar los purines de sus granjas. El cierre de esas instalaciones preocupa tanto a los empresarios del sector directamente afectados, como a los ecologistas. El motivo, el vertido ilegal de este tipo de desechos en la Veiga de Ponteliñares, un espacio protegido por varias figuras entre ellas un LIC (Lugar de Interés Comunitario), por lo que está incluido en la Rede Natura 2000.

Así lo denuncia el Movemento Ecoloxista da Limia (MEL), que asegura que en los últimos días se han producido varios vertidos en la zona. Los vehículos entran en la Veiga y la riegan con los purines de las granjas de cerdos de la comarca, según afirma ese colectivo. El MEL, en un comunicado firmado por su portavoz, Alejandro Taboada, explica que, pese a las reiteradas denuncias presentadas por ellos y por otras asociaciones, esta actividad continúa sin que las autoridades le pongan freno.

Sin posibilidad de utilizar la planta de tratamiento de Sarreaus, los purines pueden aprovecharse como abono para las tierras de cultivo. Sin embargo, «a superficie agrícola da Limia xa non é capaz de absorber a inxente cantidade de residuos producidos polas numerosas granxas de porcos», asegura el comunicado del Movemento Ecoloxista da Limia, que precisa que «enormes camións e tractores-cisterna reparten puríns por todos os recunchos da Limia, en moitos casos clandestinamente». Según afirman, han detectado vertidos de este tipo «incluso sobre espazos protexidos e montes comunais, contaminando acuíferos, fontes, cursos fluviais e embalses».

Molestias

Todo ello, afirman, está provocando graves daños medioambientales, además de incomodidades para los residentes en la zona. «Son moitos os habitantes con medo a beber auga dos seus pozos, que na maioría dos casos se se leva a analizar dá como resultado non potable, contaminada de bacterias e nitratos», dice el colectivo ecologista. «Por non mencionar o cheiro constante e pegañento durante todo o ano que temos que aturar a maioría dos limiaos», concluyen.