El paisaje del viñedo en bancales en los cañones del Sil y el Miño y los monumentos románicos, estrechamente ligados al desarrollo de la viticultura en la Ribeira Sacra, son los ejes sobre los que se articula esta propuesta inicial. Un documento abierto y por ello, según destaca el presidente de la comisión de seguimiento, Juan Carlos Armesto, «totalmente susceptible de modificacións».
La delimitación de partida toma como referencia el mapa de la denominación de origen vitícola e incorpora algunos lugares alejados de la ribera que, sin embargo, incluyen elementos patrimoniales destacados. Este sería el caso, entre otros, de los monasterios ourensanos de San Pedro de Rocas y Montederramo.
Patrimonio monumental
De los veinte monumentos con la catalogación de Bien de Interés Cultural que figuran en el mapa inicial, un porcentaje significativo se encuentra situado en Pantón. Este municipio también aparece en la delimitación de la candidatura con la mayor parte de sus zonas vitícolas. En este momento, entrarían Ribeiras de Miño, Vilar de Ortelle, Atán, Pombeiro, Acedre, Espasantes, Frontón, Cangas y Ferreira.
Estas dos últimas parroquias no tienen viñedo en bancales en fuerte pendiente, pero en ellas se ubican, respectivamente, el monasterio de las Bernardas y la iglesia románica de San Fiz de Cangas, dos de los monumentos que tienen la consideración de BIC en la Ribeira Sacra lucense.