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El Megaliteiro llega a Queimadelos

L.Míguez MONDARIZ/LA VOZ.

AGRICULTURA

Los vecinos de Mondariz recuperan las mámoas de A Armada y las publicitan entre los niños de la mano del arqueólogo Alberte Reboreda y los dibujos de Kiko da Silva

15 jun 2010 . Actualizado a las 13:55 h.

Empezó a conocer la cerámica, descubrió los beneficios de la agricultura y la ganadería y, de vez en cuando, Megaliteiro dejaba salir su vena artística y sentimental. Este compañero prehistórico narigudo y delgado es fruto de la inquieta cabeza del ilustrador gallego Kiko da Silva, que le ha puesto rostro y sonrisa al pedazo de historia recuperado en la parroquia de Queimadelos, en Mondariz. El dibujo representa al habitante que se paseaba por esta área hace unos 5.000 años, antes de que se convirtiera en un referente de la comarca conocida como Carballo da Armada.

Por casualidad, los vecinos descubrieron hace tres años unos restos arqueológicos. Para conocer los detalles se pusieron en contacto con el experto Alberte Reboreda, que se desplazó con su equipo para estudiar el hallazgo: dos mámoas escondidas bajo la tierra.

«Queríamos poñelo en valor, como recurso turístico e didáctico para os mais pequenos. Así que propuxemos facer un saneamento forestal da área e colocar paneis informativos. Ao comezo contabamos co apoio da Consellería de Cultura, pero logo tiveron que apañarse os veciños», recordó el presidente de la entidad local, Manuel Porta García.

De la parroquia y de fuera, todos se volcaron en recuperar este recursos y no dudaron en prestar su apoyo los fines de semana para desbrozar el entorno y limpiarlo. Como resultado de este esfuerzo, cualquier visitante puede adentrarse en la historia de la parroquia. Para comprobarlo, ayer iniciaron estos recorridos más de cincuenta escolares del colegio de Primaria. La visita organizada fue todo un lujo que contó con las explicaciones del arqueólogo Alberte Reboreda y la presencia de Kiko da Silva, autor de los dibujos de los paneles informativos. Los niños, de entre 11 y 12 años, disfrutaron con la aparición sobre el papel de Megaliteiro mientras atendían a los apuntes históricos y tomaban notas. Una parte esencial para después cubrir los cuestionarios facilitados por la agrupación vecinal. «É a primeira visita pero contamos con facer máis cos outros rapaces. Se non é este curso que xa remata, será para o seguinte», apuntó un profesor del centro educativo.