¿Sabes decir dónde están?

A unos diez minutos de la A-8 están la fraga, la ruta y la Fervenza de San Estevo do Ermo, en Barreiros. Hace falta lluvia para que arrecie el esplendor de la cascada.

Si apetece «desandar» siglos, en O Rosal tienen la ruta de los molinos del Folón y del Picón, hasta 60 en cascada declarados bien de interés cultural. Y hay postre: las vistas sobre el monte Santa Tegra y el Miño. FOTO: MANUEL MARRAS

Entre Pinto y Valdemoro, o entre Agra y Chaín, está el parque encantado que suena poco... y agua lleva. Tanta que salta de golpe en cascada 60 metros. Amieiros, carballos, arte y relax se combinan en esta joya natural del Barosa. Nos vamos a Barro. FOTO: CARLOS PEREIRO

Salva el río Ulla y une los municipios de Teo y A Estrada, esto es, las provincias de A Coruña y Pontevedra. Al atravesar el puente colgante del Xirimbao ?en temporada de pesca? es imposible no sentir un cosquilleo en las piernas. FOTO: MIGUEL SOUTO

«A San Andrés de Teixido vai de morto quen non foi de vivo». Aparte de la ermita, la Fonte dos Tres Canos o el cruceiro de Curutelo, merece el paseo A Capelada. Aquí están los acantilados más altos de Europa, e a herba de namorar. FOTO: ÁNGEL MANSO

Es difícil decidirse en la Ribeira Sacra. Nos la quedamos toda, pero San Pedro de Rocas, en Esgos (Ourense), es una visita corta que merece la pena por lo original del monasterio. Obligado seguir la ruta de piedra mayor (regándola con mencía). FOTO: SANTI M. AMIL

¿Hobbits galaicos? Casi... Esta es la aldea de los Grobits, un parque que recrea Hobbiton con casas en miniatura y balancines caracol. Tienes que verlo si te va Tolkien o tienes niños. Está en A Toxa, perfecta para aislarse unos días. FOTO: GALICIA MÁXICA

Curioso, pero hay quienes no conocen esta área recreativa con paseo fluvial perfecta para disfrutar el comienzo del otoño. Está en A Laracha, tiene molinos, caballos (en el paseo), parque infantil y mesas a la sombra. Muy cerca, el mirador de Santa Marta. FOTO: JOSÉ M. CASAL

Érase una vez un recorrido de cuento. La ruta del Belelle, en Neda, cerca de las Fragas do Eume, «esconde» una cascada de 50 metros. Hoy se puede ir en coche hasta los molinos. Si te alojas en la zona, merece visita el Pazo de la Merced. FOTO: RAMÓN LOUREIRO

No es «El señor de los anillos», pero la fantasía vence a la realidad. En esta joya natural destacan el árbol hombre y el tornillo de Arquímedes. Es el parque de los Sentidos, que fue residencia de verano de la familia Briz Saraiba. Está en Marín. ¡Eureka! FOTO: ÁNGEL VIDAL