Hay que fijarse en un edificio con cierta nobleza con una placa que reza: «Grupo escolar. Edificio propio de la sociedad. Centro cultural pro infancia de Vilachá. Construido en el año 1929»
Tras la primera fase de admisión, los centros que ofertan esta modalidad abren un nuevo período de inscripción para cubrir los puestos que han quedado vacantes