La bomba tenía potencia para volar por los aires un carro de combate

Agencias

INTERNACIONAL

El artefacto que mató al cabo gallego contenía 30 kilos de TNT que esparcieron metralla en un radio de 150 metros.

11 nov 2008 . Actualizado a las 03:36 h.

Los cadáveres de los dos militares fallecidos el domingo en un atentado suicida en Afganistán llegaron al aeropuerto de Lavacolla, en Santiago de Compostela, pasas las 00.20 horas del martes, a bordo de un Airbus 310 del Grupo 45 de la Fuerza Aérea que los repatriaba desde el país asiático, vía Turquía.

A pié de pista, bajo una fría lluvia, esperaban los familiares del brigada Juan Andrés Suárez y del cabo primero Rubén Alonso Ríos, acompañados por la vicepresidenta de Gobierno, María Teresa Fernández de la Vega, y el presidente de la Xunta de Galicia, Emilio Pérez Touriño. Junto a los compañeros de los fallecidos estaban el jefe del Estado Mayor del Ejército de Tierra, general de Ejército Fulgencio Coll, el jefe de la Fuerza Terrestre, teniente general Virgilio Sañudo, y el jefe de la BRILAT, general de brigada José María Prieto.

En el avión también llegaron tres militares heridos en el mismo atentado, Gonzálo Miguelez, Enrique José Dopico y Alberto Cao.

La titular de Defensa, Carme Chacón, fue la primera en descender del avión, junto al jefe del Estado Mayor de la Defensa, general del Aire José Julio Rodríguez. La ministra, emocionada, se abrazó a los dos militares familiares de los fallecidos, con quienes estuvo hasta que fueron trasladados a tierra los ataúdes.

Los cadáveres fueron trasladados hasta un centro forense, donde les será practicada la autopsia durante la madrugada.

Está previsto que los cadáveres llegue a primeras horas de la mañana a la Base de la BRILAT en Figueirido (Pontevedra), donde será instalada la capilla ardiente y tendrá lugar un funeral al que asistirán los Príncipes de Asturias.

30 kilos

El atentado contra las tropas españolas en Afganistán se perpetró con una furgoneta cargada con unos 30 kilos de explosivos, según fuentes militares durante la visita de la ministra de Defensa, Carme Chacón, a la base de Herat.

La mayoría del explosivo estaba compuesto por trilita (TNT) e iba reforzada con cuatro proyectiles de artillería gruesa, un cohete de artillería y metralla, según se desprende de las primeras investigaciones del atentado.

El vehículo, conducido por un suicida, impactó contra el BMR (Vehículo Blindado de Ruedas) español que cerraba un convoy integrado por 12 camiones del Ejército afgano y cinco BMR y un VANTAC (vehículo de ruedas) de las Fuerzas Armadas españolas.

Según las primeras investigaciones del atentado, los expertos militares españoles han deducido que la furgoneta iba cargada con al menos 30 kilos de explosivo y han encontrado restos de la explosión esparcidos por un radio de unos 150 metros.

La gran cantidad utilizada en este atentado suicida ha sido lo suficientemente abundante que hubiera hecho volar por los aires a un carro de combate, según las mismas fuentes.