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Cómo seguir una dieta saludable que (además) proteja al planeta

El modelo Jon Kortajarena y la nutricionista Carlota Bruna nos sirven en bandeja cuatro sencillas claves para seguir una alimentación que cuide nuestra salud y la del medioambiente

Laura Fortuño

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Laura Fortuño

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Dieta saludable. Son solo dos palabras, pero cuando se aplican como filosofía de vida, cambian el mundo, literalmente. Cuidar nuestros menús no solo nos permitirá proteger al corazón y evitar el riesgo de sobrepeso, también reducirá la huella de carbono de los alimentos que comemos y conseguirá un impacto positivo para el medioambiente. Ganamos todos: nosotros y el planeta.

Y para que podamos aprender a comer con sentido, la nutricionista Carlota Bruna nos da unas sencillas pautas que reducirán la huella ambiental y, además, harán que nuestra alimentación sea mucho más saludable y sostenible. Lo hace junto a Jon Kortajarena en el undécimo episodio de Orígenes: el principio de la solución, la serie con la que IKEA quiere concienciar sobre la importancia de proteger al planeta a través de gestos tan cotidianos como lo que ponemos en nuestra cesta de la compra y en nuestro plato.

Carlota Bruna

Nutricionista y activista medioambiental

“Come solo alimentos que te pudiera preparar tu abuela”, aconseja Carlota Bruna, la dietista especializada en sostenibilidad que, además, lucha por la defensa del medioambiente y los derechos de los animales. Su libro, Camino a un mundo vegano, intenta que las personas tomemos conciencia del impacto de nuestras acciones y la huella que dejamos en el mundo.

“Mi abuela siempre me ha explicado que la naturaleza nos intenta dar un mensaje y que no la escuchamos”, confiesa. “Pienso que la alimentación basada en plantas es el futuro”, asegura rotunda.

“Algo muy sencillo es incluir más fruta y verdura en nuestra alimentación” y reducir el consumo de carne, asegura la nutricionista. Esto no solo mejorará nuestra dieta sino que disminuirá el impacto ambiental del sector alimentario. Un sector que, de hecho, representa el 25% de las emisiones anuales de gases de efecto invernadero. Apunta estas cuatro sencillas claves para mejorar tu dieta y, a la vez, el planeta.

01

Más fruta y verdura

4 claves

I

Más fruta y verdura

Las plantas requieren menos recursos (de tierra, energía y agua) y producen menos emisiones de dióxido de carbono que los alimentos de origen animal. Incorporando a nuestra alimentación más frutas y verduras y, por tanto, reduciendo el consumo de carne, conseguiremos un impacto muy positivo en el medioambiente. Las cifras hablan por sí solas. Consumiendo menos carnes y lácteos podemos reducir dos tercios la huella de carbono de los alimentos que comemos. O dicho de una forma más clara: un kilo de carne de cerdo implica liberar casi cinco kilos de CO2 a la atmósfera, mientras que un kilo de patatas emite 0’2 kilos de CO2. De este modo, empresas como IKEA apuestan por productos de origen sostenible y se han marcado como objetivo para el año 2025 que el 50% de las proteínas que se ofrezcan en sus cafeterías y restaurantes y el 80% de las que se oferten en sus tiendas sean de origen vegetal.

02

Compra en empresas más sostenibles

II

Compra en empresas más sostenibles

Si cuando vas a hacer la compra llevas tus recipientes reutilizables, evitarás una gran cantidad de plásticos y envases de un solo uso y contribuirás a reducir los niveles de contaminación y residuos. Las tiendas a granel, por ejemplo, compran el producto en grandes cantidades, así ahorran en transporte y envasado, permitiendo que el precio no se encarezca, en contra de lo que mucha gente piensa. Además, los productos que solemos encontrar a granel son ecológicos y producidos por proveedores locales, cuyas técnicas no son agresivas sobre el medio natural. Asimismo, intenta comprar en empresas que tengan un compromiso firme con la sostenibilidad. Por ejemplo, desde el año pasado empresas como IKEA eliminaron los polímeros de usar y tirar en sus productos, así como en sus cafeterías y restaurantes, y están en continua búsqueda de nuevas fuentes de generación de materiales alternativos a ese plástico no reciclable.

03

Evita desperdicios

III

Evita desperdicios

Cada año, un tercio de la comida producida a nivel mundial se tira a la basura. Actualmente, el 50% de todos los residuos que van al vertedero son orgánicos. La aplicación Too good to go, con la que IKEA colabora contra el desperdicio de alimentos, permite vender el excedente diario de comida que los usuarios pueden comprar a precio reducido. “Esta iniciativa ya ha conseguido recuperar 6000 kilos de comida que se ponen a la venta en un tercio de su valor, lo que significa 13.000 kilos de CO2 menos emitidos a la atmósfera”, explica Mónica Chao, directora de Sostenibilidad de IKEA en España. Además, si en casa preparamos de forma coherente y responsable la lista de la compra, conseguiremos no tirar tanta comida y, por tanto, frenar el impacto que supone producirla.

04

Elige alimentos sostenibles

IV

Elige alimentos sostenibles

Desde los alimentos de proximidad y de producción sostenible, con los que además ayudas a los productores locales, hasta el etiquetado. Estos dos sencillos gestos harán que tu cesta de la compra y tu plato sea más saludable y sostenible. ¿Y en qué me fijo? Los productos con certificación eco-friendly garantizan que cumplen con estándares de calidad en su procedencia, cultivo, packaging, almacenaje y distribución. En el caso de IKEA, la empresa se asegura de que todos los productos que ofrecen cumplan unos estándares que garanticen una procedencia sostenible. En el caso del pescado, el sello azul MSC es un indicador científico de pesca sostenible, y el sello verde de agricultura ecológica regulado por la Comisión Europea asegura que los productos respetan los requisitos de sanidad, bienestar animal y respeto al medioambiente.