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La cerveza y el arte se beben a tragos pausados

El paso del tiempo es el hilo conductor de la exposición ‘En torno al tiempo’, en la que vislumbrar obras creadas por el fotógrafo Chema Madoz para Cervezas Alhambra

Kino Verdú

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En 1925 nació en Granada, la Cerveza Alhambra, en cuyo ADN hormiguea esa manera cuidadosa y artesanal de elaborar referencias como sus ‘Alhambra Reserva 1925’ o ‘Alhambra Especial’, entre otras. Aparte de su sabiduría en el cálido mundo de la malta, la cebada, el lúpulo, la levadura (y el agua, no lo olviden), también palpita en sus venas una delicada querencia hacia la creación contemporánea, de inmiscuirse en proyectos que reflejen su manera de concebir sus cervezas, preservando el trabajo manual, respetando las materias primas y dedicándole, a cada instante, el tiempo que necesita para alcanzar su mejor expresión… Sí, el tiempo, eso que se diluye entre las manos y que hay que aprovechar, y disfrutar, como se demuestra en el proyecto ‘En torno al tiempo’, en el que el artista Chema Madoz, Premio Nacional de Fotografía en el año 2000, ha creado unas obras inéditas en colaboración con Cervezas Alhambra que se podrán ver hasta el 25 de junio en el Centro Cultural Gran Capitán en, claro, Granada. La exposición apela a una manera especial de entender el tiempo: ‘Sin Prisa’, y tiene que ver con la idea de libertad, la de disponer del tiempo necesario para que la resolución de una idea pueda trabajarse con tranquilidad.

“Yo creo que es una invitación a visitar el trabajo desde una perspectiva diferente, distinta, clara, en la que el tiempo se convierte en el eje sobre el que giran las imágenes; y cómo de alguna manera están en muchas de ellas implícito ese concepto de pausa, de tranquilidad. De tomarte el tiempo necesario para llevar la imagen a ese punto de perfección que puede tener en tu propia cabeza”, confiesa Chema Madoz.

Son tres imágenes que tienen como una continuidad que marcan el paso del tiempo, la primera es con la que arranca la serie, y segunda y tercera presuponen el desarrollo a lo largo del tiempo de esa imagen.

Chema Madoz

La propuesta de Alhambra es la realización de una imagen que tenga que ver con el concepto de Sin Prisas. Un poco la idea de intentar aprovechar el tiempo

Chema Madoz,

Elogio de la lentitud

Me gusta que en todas las fotografías que trabajo perdure ese algo que ejerza sobre el espectador cierto atractivo: da igual el tiempo que pase, esa fotografía debe seguir captando el interés y debe ser posible convivir con ella con el paso de los años”. Para este fotógrafo madrileño (de 1958), Medalla de Oro al Mérito en las Bellas Artes, ese tiempo (sin prisa) se pone en evidencia por sí mismo, “se puede entrever en las imágenes como una especie de poso que refleja la metodología del trabajo, el espíritu. Por otro lado, mi estudio tiene un punto casi monástico, tranquilo, reposado, en el que generar el trabajo. Aunque el proceso comienza mucho antes, aquí llego ya con la idea de lo que quiero hacer en la cabeza”. Un proceso, el suyo, alfombrado de tintes… ‘ermitaños’, como aquellos artesanos que, atrapados en sus talleres en los valles y montañas suizos al sobrevenir las nieves, manufacturaban relojes, minúsculos engranajes, ‘guillochés’, precisos esmaltados con una dedicación y paciencia celestiales. “Entiendo el proceso como el simple hecho de intentar hacer bien las cosas: la importancia del detalle, el artesanado, el propio espíritu de trabajo, y, en este caso concreto, el pleno acuerdo con la idea de que hay que tomarse la vida con calma, ‘Sin Prisa’, sacándole partido al tiempo…”, apostilla Chema Madoz.

Un aperitivo sin hora establecida en un lugar que ya se decidirá, una sobremesa sin mirar la hora, un sorbo relajado a una cerveza . Son esos pequeños momentos los que perduran, los que se adhieren al recuerdo, y si late en ellos pinceladas de secretos, de enigmas, mejor… “Es importante para mí que la obra que hago siga manteniendo un cierto misterio, un cierto interés, que no sea algo que se agote… Como cuando ves una imagen que acumula fuegos artificiales que te deslumbra en un primer momento, pero que cinco días después, una vez que ya has visto esa imagen, pues haya como un cierto desinterés que te distancia de ella”.

En las obras que se pueden ver en la exposición ‘Entorno al tiempo’ reina la tranquilidad, la calma para entrever y exprimir el camino que le ha llevado a Chema Madoz a crear estos bodegones de la vida cotidiana: “Estoy convencido de que a mucha gente le funciona trabajar con presión porque fuerza un poco a sacar lo mejor de sí mismo. Pero a mí no, yo siempre he sido consciente de que yo necesito mi tiempo. Esto me ha obligado en muchas ocasiones a dejar proyectos en los que no me he querido implicar porque no tenían los tiempos que yo requiero para llegar a una de estas imágenes. Al fin y al cabo, mi obra requiere un cierto reposo: construir la idea, fotografiarla, ver los resultados y dejar de lado esa sorpresa inicial para llegar a la conclusión de que va a tener una lectura que aguante el paso del tiempo”.