Makena, Neo o Ekan: así son las crías españolas que dan esperanza a la conservación de las especies más amenazadas del mundo
La biodiversidad es fundamental para garantizar la supervivencia del planeta. Los parques de Bioparc no solo permiten la contemplación de los hábitats más salvajes, también trabajan en la concienciación y protección de la diversidad biológica
Está construida a 130 metros de profundidad en las islas noruegas de Svalbard. Se le conoce como la bóveda del fin del mundo y, oficialmente, es el Banco Mundial de Semillas. Aquí se almacenan desde 2008 casi un millón de semillas de los principales cultivos que alimentan a la humanidad para preservarlos contra el cambio climático, la contaminación y la acción del hombre. ¿Pero qué pasa con el resto de plantas, animales y microorganismos? Parece que se extinguen a una velocidad de vértigo: en el año 2050 puede haberse perdido entre el 5% y el 16% de la biodiversidad de la Tierra y es posible que la pérdida alcance el 27% para 2100, según la Evaluación Global sobre Biodiversidad y Servicios de los Ecosistemas publicado por IPBES. Si la biodiversidad sufre, también lo hacemos las personas. Según las Naciones Unidas, que ha proclamado el 22 de mayo como el Día Internacional de la Diversidad Biológica, los peces proporcionan el 20% de las proteínas animales a tres mil millones de personas y más del 80% de la dieta humana está basada en plantas. Y la ONG WWF alerta de que el planeta se enfrenta a su sexta extinción masiva de especies y que las poblaciones de especies de vertebrados han disminuido en los últimos años un 60%.
Aunque cada vez somos más conscientes de la importancia de que la biodiversidad es un bien mundial de valor incalculable, el número de especies y ecosistemas disminuyen rápidamente debido a la actividad humana. Con el objetivo de proteger la biodiversidad de nuestro planeta, ayudar a preservar especies en peligro de extinción y transmitir la necesidad de conservar el entorno nacieron los parques Bioparc, un concepto de ‘ocio con causa’ que añaden a la experiencia de contemplar los hábitats salvajes más fielmente recreados, la concienciación y la educación para la protección de la diversidad biológica de nuestro planeta. Bioparc Valencia, Bioparc Fuengirola y Bioparc Acuario de Gijón son centros comprometidos con la conservación que ofrecen al visitante un entretenimiento único: mirar “a la cara” a los animales salvajes, sin barreras de por medio, para descubrir a través de un viaje de inmersión, la biodiversidad que, hoy más que nunca, debemos cuidar y proteger.
La conservación, entendida como la protección del planeta, es el objetivo final de los Bioparc, y por eso los tres parques, Fuengirola, Valencia y el Acuario de Gijón, basan sus esfuerzos en dos vías de actuación: por un lado la visita, porque transmite la necesidad de cuidar nuestra naturaleza y porque parte del importe de las entradas se destina a los proyectos de la Fundación Bioparc, y, por otro, los programas de reproducción en cautivad que permiten mantener la riqueza de la biodiversidad.
Así demuestran los Bioparc su compromiso con la conservación
Todas las acciones de los Bioparc reflejan su intenso trabajo hacia la conservación de la naturaleza. Los parques se convierten además en una plataforma de educación, divulgación y protección del entorno. Por ejemplo, los Bioparc adoptan medidas para mejorar la sostenibilidad de sus parques como el suministro de energía 100% verde que proviene de fuentes renovables y que evitan la emisión de casi 600 toneladas de CO2 a la atmósfera cada año.
Por otra parte, los nuevos nacimientos de especies en peligro de extinción no solo son una imagen muy tierna, sino también la esperanza de proteger animales que parecen condenados a desaparecer: en Bioparc Fuengirola, Reo y Ora, dos dragones de Komodo, han sido padres de cinco “pequeños” (llegarán a alcanzar los 2,5 metros de longitud y 70 kilos de peso) después de una exitosa cópula y una incubación artificial muy controlada que ha durado ocho meses. Este hito ha convertido a Bioparc Fuengirola en el único centro que ha logrado la reproducción en España de esta especie en los últimos 10 años. Los dragones de Komodo se encuentran en grave peligro de extinción: únicamente quedan alrededor de 1.500 ejemplares en todo el mundo.
También en Fuengirola llegó al mundo hace dos años Ekan, un pequeño gorila occidental de llanura, el primero nacido en Andalucía, cuyo nacimiento supuso todo un hito para la conservación ‘ex situ’ de uno de los primates más amenazados del planeta. Quien también se lleva todas las miradas es Neo, una cría de orangután de Borneo (especie en crítico peligro de extinción) que va a cumplir dos años. En ese momento, empezará a alejarse un poco de su madre (hasta ahora son indisolubles), aunque el pequeño será amamantado hasta los cuatro o cinco años. Este tipo de relación madre-cría convierte a los orangutanes de Borneo en uno de los animales con infancia más larga del reino animal, por eso las hembras no suelen parir más de cinco veces durante toda su vida. Con Neo, ya son cuatro las crías de orangután de Borneo que han nacido en este Bioparc.
“La que es feliz”. Ese es el significado en el idioma de una etnia de Kenia de Makena, el nombre al que responde la cría de elefante que nació hace seis meses en Bioparc Valencia. Como todo va sobre ruedas con la pequeña, el equipo técnico que vela por su bienestar ha decidido que ha llegado el momento de trasladarla a la gran instalación del parque que recrea un espectacular bosque de baobabs. Con una población de apenas 350.000 ejemplares, el elefante africano ha incrementado de forma trágica su peligro de extinción y, por eso, Bioparc participa en el Programa Europeo de Conservación del Elefante Africano (EEP), que es un verdadero icono de la naturaleza y el animal terrestre más grande de nuestro planeta.
Y de especies que caminan sobre la tierra a otras que crecen bajo el agua: conservar la biodiversidad marina es uno de los objetivos principales de Bioparc Acuario de Gijón, que desarrolla con éxito un programa de cría de corales de agua fría y tropicales. Debido a su situación de peligro a causa del cambio climático, la contaminación y la sobrepesca, Bioparc Acuario de Gijón considera los corales como especie prioritaria. Mediante su cría se pretende estudiar su crecimiento y reproducción en un entorno controlado. Los visitantes pueden contemplar una exposición espectacular y única de corales del Cantábrico, anémonas joya y otras especies características de la zona.
Fundación Bioparc: conservación y educación
Fundación Bioparc es la herramienta que materializa las acciones de conservación de los ecosistemas del mundo y también de divulgación de la importancia de mantenerlos. Desde 2015 desarrolla junto a IJGE (Instituto Jane Goodall España) un proyecto de reforestación en la zona limítrofe entre Senegal y Gambia, que permita la reconexión entre los grupos de chimpancés de la zona. Otro de sus proyectos tiene que ver con los gorilas, que se encuentran en peligro crítico de extinción. Se trata de conservar a esta especie en el bosque Ebo de Camerún, lo que también beneficiará al resto de especies animales que habitan el lugar, como el chimpancé de Nigeria-Camerún, el dril o el colobo rojo de Preuss.
Además, la Fundación Bioparc recauda fondos para la organización Save the Rino, que se esfuerza en la conservación de los rinocerontes, en crisis por la caza furtiva. También colabora con Borneo Nature Foundation para restaurar el hábitat de orangutanes y gibones en la isla de Borneo y con la Asociación Europea de Zoos y Acuarios para la creación de un centro de cría y propagación del faisán de Edwards en Vietman, donde es endémica esta especie.
La Fundación Bioparc y Fundación Biodiversidad también trabajan conjuntamente para financiar un proyecto para acoger animales salvajes, como tortugas y focas, que aparecen varados en nuestras costas. Todos ellos pueden recuperarse en el Centro de Recuperación de Especies Marinas de Asturias (CRAMA Bioparc), inaugurado recientemente, un lugar privilegiado debido a su personal cualificado y el acceso directo al mar.