Viaje a la catedral del aceite de oliva virgen extra
Oleosetin es una empresa familiar que ha pasado de crear la primera oleoteca de Extremadura a vender ‘oro líquido’ online en toda España
Las manecillas del reloj parecen haberse detenido en Robledillo de Gata. Este pequeño pueblo escondido en la Sierra de Gata, en el norte de la provincia de Cáceres, ha sabido conservar su arquitectura popular con el paso de los años y muchas de sus casas, construidas en pizarra, madera y barro, permanecen intactas. Una de ellas alberga hoy una pequeña tienda con encanto llamada Oleosetin. Dentro, además de vino de pitarra y productos derivados del aceite que sus dueños producen en su propia almazara, se encuentra el segundo mejor aceite de oliva virgen extra del mundo, según el Consejo Oleico Internacional¹. O lo que es lo mismo, según ‘los Óscar del aceite’.
Al frente de esta aventura están Lumi, Jesús y María José, tres hermanos de Robledillo de Gata, y Luis Miguel, oriundo de Marchagaz y marido de Lumi. Pese a haber vivido toda su vida “debajo de un olivo”, no fue hasta 2013 cuando dieron carpetazo a sus diferentes mundos profesionales para apostar por sus raíces y el patrimonio heredado de sus padres y abuelos: un olivar de manzanilla cacereña que es capaz de dar siete cosechas de aceitunas distintas. “Es una fuente de vida que no se puede dejar morir. Tenemos la responsabilidad de cuidarlo, compartirlo y transmitirlo a las siguientes generaciones”, asegura Luis Miguel Martín.
El negocio gira en torno a un olivar de manzanilla cacereña que es capaz de dar siete cosechas de aceitunas distintas
Al calor de este respeto por la tradición, del cuidadoso mimo por su trabajo y de su pasión por divulgar cultura y conocimiento, crearon la primera oleoteca de Extremadura y una de las pocas que existen en España. Está situada en un enclave privilegiado: la Plaza Mayor de Cáceres, y en ella cuentan con una colección de más de 150 referencias y más de 45 variedades de aceite que los clientes pueden probar en su escuela de cata. A través de varios alojamientos rurales en el norte de la provincia fomentan además el oleoturismo y han revitalizado el turismo local, fundando incluso un Centro de Interpretación de la aceituna, el olivar y el aceite.
“Somos un ejemplo de que se puede vivir dignamente en el mundo rural”, dice Martín. Echando la vista casi una década atrás, reconocen que los inicios no fueron fáciles. Si de algo fueron conscientes desde el principio es de que necesitaban varias sedes físicas para contar su historia y, aun así, tampoco apartar la mirada del mundo online. “Nosotros necesitamos que los clientes vean en persona cuál es nuestro valor añadido, pero también nos dimos cuenta enseguida de que necesitábamos abrir una tienda online”, cuenta. Esta es la experiencia de Oleosetin como una micropyme que ha abrazado el ecommerce desde el mundo rural, demostrando que este también puede ser el territorio idóneo para poner en marcha un negocio y cosechar éxito a nivel nacional.
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Sin miedo al mundo online
Poner en marcha un negocio con éxito “no es solo crear un producto y que este sea muy bueno y muy bonito, sino que hay que venderlo”. Esa es la principal reflexión que llevó a Oleosetin a apoyar sus tiendas físicas con el comercio online, y la enseñanza más importante que han aprendido en este tiempo sobre la digitalización de su empresa es que es “un mundo necesario. Hay que entrar, pero tampoco hay que obsesionarse”. Basta con saber aprovechar las oportunidades que ofrece. “El cliente hoy quiere hacer un pedido desde su casa y que mañana le llegue, y no puedes estar fuera de eso”. Vender es muy complicado y hay que aprovechar cualquier nicho. “Si no vendes por una tienda online, te sales del mercado”, asegura Luis Miguel Martín.
Para emprender un negocio digital, advierte, es muy importante que exista un “hilo de confianza” entre el cliente y el productor. “Siempre hay un límite complicado, que es el intercambio de dinero. Por eso teníamos claro que era muy importante que existiera una plataforma de pago segura tanto para el cliente como para nosotros”. Por ello, además del convencional pago con tarjeta y la transferencia bancaria, decidieron contar desde el principio con PayPal, un servicio que permite pagar, enviar dinero y aceptar pagos sin introducir continuamente tu información de pago en el momento de compra.
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Confiar en el valor experto
Sabían que esta andadura online debía apoyarse en compañías expertas que les ayudaran desde el principio a facilitar y agilizar los procesos de pagos y cobros. Por un lado, necesitaban darles certeza y confianza a los clientes. Por el otro, debían contar con una plataforma de pago segura también para ellos. Y PayPal se lo ofrecía. En la actualidad, alrededor del 40% de las transacciones online de su tienda se hacen a través de esa plataforma².
“Cuando alguien nos paga a través de ese servicio, nosotros no tenemos ninguna duda en enviar nuestro producto porque sabemos que el cobro es seguro”, afirma Martín. Algo de vital importancia para ellos… y para el cliente. “La plataforma es ágil y cómoda, el cliente no tiene que introducir su información de pago y sabe que es una transacción segura, a partir de la cual podría tener devoluciones seguras con el servicio de Protección al Comprador³ en compras elegibles y muchos otros servicios”. “Al cliente hay que darle todas las facilidades”, reconoce. Y PayPal les ha ofrecido esas soluciones de seguridad en los pagos y la posibilidad de ayudar a gestionar todas sus transacciones desde una plataforma fácil y cómoda.
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Una oportunidad de crecimiento
La tienda online les ayudó a capear la pandemia de la Covid-19. Sus tres puntos de venta físicos tuvieron que cerrar por orden gubernamental y su único canal de venta fue el ecommerce. Si bien el target de esta pequeña empresa familiar “podría ser cualquiera”, su cliente es eminentemente turístico. “Vivimos en una zona muy turística. Ese cliente pasa solo una vez y lo atiendes físicamente para presentarle tu producto, pero luego lo fidelizas a través de la tienda online”, confiesa el gerente de Oleosetin.
El cliente principal de su comercio electrónico, por tanto, “es un cliente que nos conoce porque ha venido a una de nuestras tiendas, le hemos dado un valor añadido, ha estado en algún curso de cata o indirectamente alguien le contó quiénes éramos y compra online para ver si este aceite es tan espectacular o si esos saquitos de hueso de aceituna hacen efecto”, asegura. Así, a través del ecommerce han conseguido fidelizar a una clientela que de otro modo, quizá, solo pasaría por su tienda una vez en la vida, constituyendo un impulso fundamental de crecimiento para un pequeño negocio familiar con mucho que contar.
1.El Consejo Oleico Internacional, la única organización mundial del aceite de oliva y las aceitunas, otorgó a Oleosetin un segundo premio en sus Premios Internacionales Mario Solinas en 2016. Aquí más información de los premios Oleosetin.
2.Toda la información y los datos incluidos en este reportaje son sostenidos por Oleosetin.
3.Disponible en compras elegibles. Se aplican limitaciones. Aquí toda la información.