Por qué es importante el agua subterránea ante el riesgo de sequía extrema
El volumen de reservas de agua en los embalses de España se sitúa alrededor del 44%, por debajo de la mitad de su capacidad máxima. Es un recurso hídrico que, aunque no sea visible, resulta fundamental para nuestras vidas. Un dato lo corrobora: 2.000 millones de personas carecen de acceso al agua potable
Coincidiendo con su treinta aniversario, el Día Mundial del Agua pone este año el foco en las aguas subterráneas
Como cada 22 de marzo desde hace 30 años, el planeta entero celebra el Día Mundial del Agua. Una jornada dedicada a poner el foco en la necesidad de preservar este recurso tan necesario para la vida, así como en la importancia de concienciar a la población sobre los cerca de 2.000 millones de personas que, en todo el planeta, carecen de acceso al agua potable con todo lo que ello conlleva.
Coincidiendo con este aniversario tan redondo, el Día Mundial del Agua pone este año el foco en las aguas subterráneas. Lo hace con un lema que habla por sí solo: “hacer visible lo invisible”. Y es que, aunque no la veamos, se trata de un recurso hídrico fundamental para nuestras vidas y para el futuro de la humanidad y de los ecosistemas del planeta.
2.500 millones de personas en el mundo dependen de los acuíferos para cubrir sus necesidades básicas de agua
El volumen del agua subterránea es gigantesco. Mucho mayor que, por ejemplo, la masa de agua retenida en lagos o ríos. Se calcula que suministra en torno a la mitad de todo el agua potable del mundo, y provee cerca del 43% de todo el agua consumida en el riego, según la Unesco. Alrededor de 2.500 millones de personas, especialmente en las zonas más áridas del planeta, dependen exclusivamente de los acuíferos para satisfacer sus necesidades diarias de agua.
Actualmente, las aguas subterráneas del planeta se enfrentan a varios desafíos. En primer lugar, la sobreexplotación provoca que en muchos acuíferos se extraiga más agua de la que se recupera gracias a la lluvia y la nieve, lo que se traduce en un grave riesgo de agotamiento de este recurso.
Ante esta situación, los expertos reivindican la importancia de las aguas subterráneas reclamando una mayor inversión en investigación y desarrollo de cara a mejorar la gestión de estos recursos fundamentales que pueden paliar el riesgo de futuras sequías que puede producir la crisis medioambiental en algunas regiones del planeta. La contaminación es otra de sus principales amenazas. Sin embargo, según un reciente estudio elaborado en la Universidad Albert-Ludwigs de Friburgo (Alemania), la contaminación de las reservas de agua dulce subterránea podría ser más acusada de lo que se pensaba, en buena parte por la acción del hombre, algo que se plasma en fenómenos como la urbanización, los químicos agrícolas o los residuos industriales.
Aunque las aguas subterráneas siempre han tenido una enorme trascendencia, esa importancia no se ha reconocido plenamente y hasta el punto que merecen dada su función en el equilibrio medioambiental y en un escenario de cambio climático como el que atraviesa nuestro planeta. Por esta razón es esencial protegerlas de la contaminación y utilizarlas de forma sostenible, tratando de lograr un equilibrio entre las necesidades de las personas y las del planeta.
Su función es vital, tanto en los sistemas de suministro y de saneamiento como en la agricultura, la industria, los ecosistemas naturales y las estrategias de adaptación al cambio climático. Una realidad que debe quedar patente en la formulación de políticas de desarrollo sostenible.
Los embalses están a casi la mitad por debajo de su capacidad máxima en España
En este contexto, empresas como Agbar tienen un compromiso firme con la gestión sostenible de todas las fuentes de agua, también las subterráneas. La compañía, que presta servicio de agua a 37 millones de personas en más de 1.200 municipios de España y América Latina, es consciente de que dicho compromiso cobra aún más sentido, si cabe, en una situación como la actual, con un 2022 que en España arrancó con una pertinaz sequía. Según datos recientes del Ministerio por la Transición Ecológica, el volumen de reservas de agua en los embalses de nuestro país se situaba alrededor del 44%, por debajo de la mitad de su capacidad máxima y 15 puntos menos que la media de los últimos 10 años. Una situación que intensifica la necesidad de extracción de agua subterránea.
Por todo ello, resulta esencial contar con una gestión diversificada de los recursos hídricos, mediante el conocimiento, la tecnología y la innovación, de cara a poder garantizar la disponibilidad de agua para la población, así como para la industria y la agricultura. Agbar apuesta por una gestión avanzada de las aguas subterráneas, basándose en la optimización de la extracción de recursos. Además, la compañía supervisa el riesgo de sobreexplotación y promueve la recarga de los acuíferos, lo que permite aliviar la presión sobre los ecosistemas hídricos.
Del dicho al hecho
Los ejemplos prácticos son muchos. Uno de los más significativos es de Barcelona, donde Agbar utiliza agua regenerada para evitar la intrusión salina en los acuíferos del delta del río Llobregat, considerados una de las fuentes más importantes y estratégicas de agua subterránea en el territorio metropolitano de Barcelona.
Desde mediados del siglo XX, su uso intensivo para el consumo humano y fines industriales provocó una degradación general del sistema acuífero cuyos efectos principales fueron el descenso de la capacidad de almacenamiento y la entrada de agua marina, poniendo en riesgo el suministro de agua a la zona.
Para revertir esta situación, se construyó en el acuífero principal del delta del Llobregat una línea de pozos para inyectar agua regenerada procedente del tratamiento avanzado de la depuradora del Baix Llobregat, lo que actúa como barrera contra la intrusión salina y mejora la calidad del agua del acuífero en esa zona. El año pasado, Aigües de Barcelona inyectó en los pozos 679.105 m3 de agua regenerada, equivalente a 200 piscinas olímpicas.
Hay más ejemplos. En Almería, el proyecto Gotham nació para predecir el balance hídrico en los acuíferos y la demanda de agua, especialmente la relacionada con la actividad agrícola, en una zona de estrés hídrico como el Campo de Dalías. El objetivo del proyecto es predecir, mediante herramientas digitales basadas en técnicas de inteligencia artificial, la disponibilidad y la demanda del recurso hídrico, así como su impacto en la sostenibilidad de las masas de agua subterráneas del litoral.
En Murcia, el proyecto LIFE Nirvana trabaja para reducir, de forma sostenible, la concentración de nitratos en las aguas subterráneas, causados principalmente por el uso de fertilizantes y productos fitosanitarios en las actividades agrícolas y ganaderas. La reducción se consigue gracias a la inyección de nanopartículas de hierro, que tienen la capacidad de potenciar la transformación del nitrato en nitrógeno gas, así como de convertir los pesticidas en compuestos más biodegradables.
Por último, en la Comunidad Valenciana, más de 20 municipios servidos por Hidraqua, empresa del grupo que gestiona el ciclo del agua en Comunidad Valenciana, se abastecen exclusivamente de agua subterránea. Lo hacen mediante pozos que utilizan la tecnología más puntera para asegurar un uso eficiente y garantizar la sostenibilidad del recurso en el tiempo.
El año pasado, Hidraqua trabajó en la identificación de los pozos más significativos y ha iniciado la implementación de sensores que permitan un mayor control y seguimiento de su funcionamiento: caudal y volumen producido, consumo y demanda de energía y presión, profundidades del agua captada, etc.