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Cara a cara con

Samantha Vallejo-Nágera

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Samantha Vallejo-Nágera: “Viajar es consumir calidad de vida”

La chef y empresaria se confiesa adicta a los viajes y reivindica la experiencia de volar y conocer otros destinos como fuente de felicidad

Ana López-Varela

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Desde hace ocho años, casi cada semana, le pone sabor a la vida en televisión y siempre que puede presume de pueblo. Samantha Vallejo-Nágera ensalza el slowlife como filosofía vital y disfruta de sus negocios radicados en Pedraza (Segovia). Pero que la chef esté enamorada de la tranquilidad de sus calles de piedra no significa que no disfrute de pasear fuera de ellas. “Volar no es solo una pasión para mí. Es el día a día de mi trabajo. Yo vuelo cada semana y al final eso engancha muchísimo. Ir a un aeropuerto, subirme a un avión y aparecer en otro lado del mundo. Cambiar de cultura, de clima, de gastronomía, ir a hoteles, conocer la plaza de otro pueblo… Soy totalmente adicta a ese cambio, a disfrutar viajando”, confiesa la televisiva chef.

Samantha Vallejo-Nágera

Chef, empresaria y presentadora de televisión

Samantha Vallejo-Nágera (Madrid, 1969), autora de seis libros y madre de cuatro hijos, lleva toda una vida dedicada a su gran pasión: cocinar y comer bien.

La chef saltó a la fama en 2013 con el estreno del reality de TVE Masterchef, pero su relación con la cocina viene de mucho más atrás. Con 19 años se inició en el universo culinario estudiando y trabajando con Carlos Horcher, para luego seguir aprendiendo en Londres y Nueva York. En 1995 se formó en Lyon con el chef francés Paul Bocuse y, más tarde, con Juan Mari Arzak. Para plasmar todo ese aprendizaje, hace más de 20 años, fundó su empresa, el Catering Samantha de España, dedicada a la organización de fiestas y eventos.

Para Vallejo-Nágera, “viajar es consumir calidad de vida”. Por ello, “tenemos que hacer un punto y aparte y volver a reilusionarnos con ese tipo de planes”, explica. “Para mi volar es una de las experiencias que he retomado enseguida porque te da muchísima felicidad”. Y no sólo le provoca una gran satisfacción personal sino que lo considera una herramienta profesional indispensable. “La gente ha de darse cuenta de que hacer un viaje de trabajo, para ir a una reunión, un congreso o una feria, es fundamental. Porque tú online ves las cosas, pero hay que tocarlas, sentirlas, hablar con la persona que las produce, conocer su origen…”, asevera.

Tras el ostracismo al que muchos se abandonaron en el confinamiento y las restricciones de movilidad impuestas por la pandemia de la Covid-19, los viajes de negocios se están recuperando en España y Europa, y empiezan a desperezarse en larga distancia. Unos viajes que para Vallejo-Nágera son sinónimo de formación. “A día de hoy todavía tenemos cosas que descubrir. Te crees que lo has visto todo y no. Cada día se aprende algo viajando”, asegura.

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El cara a cara, un valioso ingrediente

4 claves

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El cara a cara, un valioso ingrediente

Las reuniones presenciales facilitan establecer vínculos personales más duraderos. Relaciones laborales que generan más confianza y contribuyen al éxito de los proyectos. Así, los viajes de empresa permiten identificar nuevas oportunidades de negocio, cerrar tratos más complicados, y además generan un importante retorno para las empresas. Según un informe de Oxford Economics, el 82% de las personas que viajan por negocio piensan que las reuniones presenciales son más efectivas que las que se hacen online. De hecho, por cada dólar invertido en viajes, las empresas tienen un retorno de entre 10 y 14,99 dólares. Afortunadamente, los rápidos avances en la vacunación y las medidas de seguridad conseguidas por las aerolíneas están volviendo a reactivar el viaje de negocio.

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La tecnología, un aderezo de algo mayor

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La tecnología, un aderezo de algo mayor

La tecnología ha jugado un papel fundamental durante la pandemia, pero para la recuperación y el crecimiento profesional no es suficiente. Psicológicamente, las continuas reuniones online pueden provocar hartazgo y afectar al estado de ánimo de los trabajadores provocándoles estrés, desmotivación y pérdida de energía. Asimismo, se puede perder el pulso de las relaciones humanas reduciendo la visión global de la situación y la capacidad de empatía.

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Reactivarse por el bien común

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Reactivarse por el bien común

El viaje de negocios es clave como motor de reactivación de la economía. Cada vez que se viaja por trabajo se detona la infraestructura de diferentes sectores, con el consiguiente beneficio para estas industrias. Según datos de la consultora McKinsey & Company, en España el sector de viajes tiene una contribución directa del 14% del PIB, que llega hasta el 34% cuando se tienen en cuenta los efectos indirectos. “Cuando me subo a un avión me encanta pensar qué hay alrededor de ese vuelo: las azafatas, el piloto, el avión, la gasolina, el aeropuerto, todos los restaurantes que hay en la terminal, los taxis, los chóferes que te llevan, los hoteles… Todos tenemos que pensar en apoyar la reactivación económica que toca vivir ahora”, apunta Samantha Vallejo-Nágera.

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Volar como placer personal e intrasferible

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Volar como placer personal e intrasferible

El vuelo es un momento de desconexión que permite al viajero aislarse y relajarse, por lo que se convierte en una experiencia de disfrute personal. Para Vallejo-Nágera el viaje es una enseñanza continua y la forma perfecta de descubrir nuevas culturas y sabores ligados a ellas. “Yo siempre elijo destinos donde pasa algo. No hace falta estar en un restaurante de alta gastronomía para comer bien”, asegura para después dar un ejemplo de ello. “Puedes ir a un puesto de comida en la calle como en Perú. Esos mercados de pescado al borde del río, de pescado de río, donde no es una gran calidad de pescado, pero tienes una cocina ligada a todos esos productos de la tierra».

Seguridad y tranquilidad

Iberia, entre las aerolíneas más seguras del mundo

La apuesta de Iberia

Viajes de negocios más flexibles

Para garantizar a los pasajeros el confort y la tranquilidad a la que siempre estuvieron acostumbrados en los viajes de negocios, Iberia ha implementado con éxito una serie de medidas de higiene, prevención y seguridad en todos sus vuelos. Y no sólo hablamos de lo obvio –el uso de la mascarilla, una correcta desinfección o respetar la distancia de seguridad– sino de otras medidas que van más allá como el uso de filtros HEPA, un sistema para renovar el aire de la cabina cada tres minutos que ya tenían los aviones y ahora se ha vuelto clave para reducir al mínimo el riesgo de transmisión del virus. Así, la compañía ha obtenido la calificación de cuatro estrellas Skytrax como aerolínea segura ante la Covid-19. Un ranking que certifica la eficacia y coherencia de dichas pautas posicionando a Iberia como referente internacional.

Además, Iberia ofrece mayor flexibilidad a la hora de planificar los vuelos, permitiendo a los pasajeros que no puedan viajar por motivos relacionados con la Covid-19 modificar sin coste la fecha de sus vuelos o bien obtener el reembolso mediante un bono.