La historia de superación de Gómez Noya: de sufrir una cardiopatía a estar entre los mejores del mundo
El triatleta gallego, pentacampeón mundial y tetracampeón europeo, cuenta su experiencia tras conocer hace veinte años un problema en el corazón que estuvo a punto de provocar que abandonara el deporte de élite. Descúbrelo en la plataforma #MejorConectados, con la que Telefónica anima a impulsar el potencial de las personas
Hace cinco años Javier Gómez Noya sufrió una de las mayores decepciones de su carrera mientras entrenaba. Una lesión en su brazo izquierdo le robó el sueño de intentar repetir su medalla en los pasados Juegos Olímpicos de Río de Janeiro. Pero tras perderse la cita olímpica, el triatleta gallego ha participado en los Juegos Olímpicos de Tokio junto con su compañero Mario Mola en las exigentes pruebas de triatlón.
El triatleta gallego, de 38 años, es pentacampeón del mundo y tetracampeón europeo, obtuvo una medalla de plata en Londres 2012, la primera medalla olímpica para el triatlón español. Pero la trayectoria de Gómez Noya es una carrera de fondo también en lo personal. Su camino para llegar a la élite del triatlón no ha sido fácil, ya que en diciembre de 1999 los servicios médicos del Consejo Superior de Deportes le detectaron una anomalía cardíaca. A partir de este momento se produce una discrepancia entre los especialistas que consulta. Le retiraron la licencia para competir, pero decidió luchar por recuperar su licencia internacional y demostrar su potencial como triatleta, convirtiéndose en uno de los casos de superación, lucha y constancia más ejemplar del deporte mundial.
La primera medalla olímpica para el triatlón español
Era el año 1999 cuando todo cambió: pasó de ser el mejor de España a su edad a presenciar su final como deportista. Pero, por fortuna, conectó con alguien que le ayudó. “Yo te permito competir durante los próximos 6 meses, y a los 6 meses nos volvemos a ver, pues van 21 años desde eso”, le dijo Nicolás, su médico. Una persona clave para su vida porque, desde el punto de vista médico y científico, fue el que luchó porque pudiera volver a competir. “Si está todo igual puedes seguir compitiendo", recuerda Gómez Noya en #MejorConectados, la plataforma de contenidos de Telefónica, que quiere ser un espacio para encontrarse, inspirarse y conectar para lograr cosas increíbles.
#MejorConectados recoge historias de celebridades motivadoras como Ferran Adrià, Teresa Perales, Perico Delgado, Rafa Nadal…, y permite aprender con expertos como Pablo Laso, María Zabala o Toni Nadal. Su conexión con el deporte es desde que tiene uso de razón, primero como un simple juego, corriendo y jugando al fútbol, su salto como profesional se produce en el club de natación de su ciudad, de Ferrol, donde conoce a quien sería su primer entregador, José Rioseco. "Siempre tuve una buena conexión con él desde el principio, nos entendimos muy bien y, entre los dos, conseguimos ser campeones del mundo”, recuerda.
Otra de las figuras importantes en su trayectoria es Iván Raña, quien le aportó la confianza suficiente como para seguir los pasos de un joven de un pueblo cerca de Santiago, Ordes, podía estar compitiendo con las más altas figuras del mundo del deporte. "Nos hizo ver que esto no era cosa de americanos e ingleses, que eran los que dominaban", apunta. Mario Mola, gran amigo y rival, es otra de las conexiones importantes de su vida y con quien forma equipo en la cita olímpica como claros aspirantes a una medalla.
Tanto su padre como su madre siempre apoyaron su carrera y, además, le mantuvieron con los pies en el suelo, con la importancia que tienen los estudios. "Siempre me apoyaron a que siguiera entrenando, a que siguiera compitiendo, a llevarme a las 6 de la mañana a los entrenamientos en la piscina antes de ir a clase, a llevarme a las competiciones fuera donde fuera y haciendo muchos sacrificios para que yo pudiera hacer lo que me gustaba", reconoce.
"Es cierto que lo que se ve es al triatleta allí solo y peleando contra otros, y se ve como un deporte muy individual, pero al final eso es la punta de un iceberg, que según vas bajando cada vez se ensancha más y hay mucha gente. Con cualquier deporte individual necesitas estar muy conectado con mucha gente para conseguir el éxito".