?
JAGUAR

Kike Sarasola, la fusión de trabajo y placer en una vida extraordinaria

Es uno de los empresarios más exitosos de España, pero combina su trabajo con una permanente búsqueda por disfrutar de la vida al máximo y, sobre todo, hacerla algo extraordinario

Contenido desarrollado para

Javier Márquez

Compartir

Kike Sarasola es pura pasión desbordada. Pasión por la familia, por el trabajo… por la vida, en definitiva. Una vida que disfruta con la misma intensidad y rotundidad con la que comparte sus ideas y proyectos empresariales, que van sumando un éxito tras otro, sin miedo a que también lleguen fracasos de los que siempre se saca alguna lección. Ya en sus primeros años era un niño de mente inquieta, siempre con su padre como referente a imitar. Como él, también Kike quería ser un hombre de negocios, ir con el maletín bajo el brazo y verse rodeado de papeles.

Pero según explica, de su padre no solo aprendió lo extraordinaria que puede ser una vida cuando uno trabaja en lo que le apasiona, también heredó de él el mayor de los placeres: “Viajar con mi familia, estar con ellos. Y, sobre todo, estar abrazados juntos en la cama viendo una película. Es algo que hacía con mi padre, mi madre y mi hermano, porque es lo que más le gustaba en el mundo a mi padre, y es algo que he heredado también de él”.

Tal vez por ello, uno de los empresarios más conocidos y admirados del país tiene un concepto realmente claro de la excelencia: “A mí siempre me gusta buscar lo mejor, pero lo mejor no es lo más caro, sino lo que a mí me llena. Por eso, a mí me gusta el lujo asequible, es decir, no busco aparentar, sino disfrutar plenamente”.

Sería imposible mantener ese nivel de exigencia profesional sin su recompensa personal, por eso Sarasola cree que es fundamental darse reconocimientos por los logros alcanzados

Puede que a muchos les sorprendan ese tipo de declaraciones de un emprendedor que ha hecho del reto personal su modo de vida, su manera de ser. El exjinete olímpico (participó en tres Olimpiadas: Barcelona, Atlanta y Sidney) colgó las riendas en 2004 para bordar un escudo con tres “D”: Dormir, Ducharte y Desayunar; el emblema de Room Mate Group. Con 28 hoteles y nueve edificios de apartamentos (Be Mate), Kike Sarasola no deja de plantearse nuevos retos cada día, en una extraordinaria fusión de vida personal y laboral. “Siempre he creído que es importante buscar que tu trabajo sea también una vocación”, asegura. “Entonces, cuando encuentras algo que de verdad te llena, deja de ser un trabajo y se convierte en un placer, y entonces te encanta hacerlo”.

En su caso, “trabajar” es andar en la oficina y hacer gestiones, papeleos… pero no pensar e idear nuevos proyectos. En ese sentido, su mente nunca se detiene. “Yo soy una persona de extremos: me encanta trabajar mucho, me encanta divertirme mucho, me encanta estar siempre disfrutando al máximo lo que hago; para mí es muy importante disfrutar de la vida, es apurarla a tope”, explica. Se considera en ese sentido un hedonista, “si entendemos como tal alguien a quien le gusta disfrutar a tope todo. Y es algo que intento hacer en todas las facetas de mi vida”.

Pero sería imposible mantener ese nivel de exigencia profesional sin su recompensa personal, por eso Sarasola cree que es fundamental darse reconocimientos por los logros alcanzados: “En esta vida, yo me incluyo, vamos tan rápido que muchas veces no lo hacemos, y tenemos que aprender a hacerlo más, porque hay que disfrutar de los pequeños placeres”. Y también en su justa medida, aprender de los fracasos: “Yo no creo ni en el éxito ni el fracaso, pero sí que hay que darse una palmadita cuando has hecho algo bien. Y cuando se ha hecho algo mal, dedicarse una reflexión”.

El exjinete olímpico (participó en tres Olimpiadas: Barcelona, Atlanta y Sidney) colgó las riendas en 2004 para bordar un escudo con tres “D”: Dormir, Ducharte y Desayunar; el emblema de Room Mate Group

No es de extrañar que alguien que concibe la vida de ese modo tenga claro que el lujo debe ser una experiencia única: “El lujo entendido como lo más caro no es lujo en realidad, el lujo debe ser otras cosas. Yo creo en el lujo del tiempo, de calidad de tiempo; un lujo de calidad, en definitiva. Un buen té, una tortilla de patatas que me impresione… ¡Eso es para mí es un lujo! Algo que me impresione, que me transporte y que me proporcione experiencias. Vivir experiencias es un gran lujo”.

¿Y cuál es para el creador de Room Mate Group el placer al que no podría renunciar? Irónicamente, dormir en hoteles: “Lo que más me gusta es entrar en una habitación cuando está toda hecha, verla perfecta, limpia; tumbarme en la cama y tener esa experiencia de que estoy en otro mundo. Sean hoteles míos u hoteles de otros: eso para mí es lo máximo”. Ya saben, no molesten.