Sin miedo: hipotecas transparentes para vivir tranquilos
Los nubarrones financieros que anticipan los expertos exigen nuevas precauciones
Las hipotecas fijas ayudan a reducir los riesgos en un momento de gran incertidumbre en el que la Reserva Federal y el Banco Central Europeo preparan subidas de tipos para este año. Tanto si son fijas como mixtas o variables, la clave es que sean muy transparentes. En España, algunas entidades financieras ya han apostado por las hipotecas fijas y por la absoluta transparencia de su oferta.
A veces, parece que hay que estudiar un máster para comprar una casa y que el primer curso -exigente- es elegir qué clase de hipoteca nos conviene más. Las variables son las más conocidas, las de toda la vida, y el coste a largo plazo depende sobre todo de lo que suban o bajen los tipos de interés. En Europa siguen siendo atractivas porque se espera que suban poquísimo, muy gradualmente y que se queden bajos durante años.
¿Pero qué hay de las otras clases de hipotecas y por qué son tan populares? Las mixtas prevén un interés fijo durante unos años y un interés variable en el resto: son una opción para los que intentan aprovechar lo mejor de los dos mundos. Mientras tanto, las fijas garantizan una misma cuota para siempre y se las conoce como las mejores amigas de los que quieren tenerlo todo previsto. Son las preferidas de los alemanes y no parece que les haya ido mal.
En España, las más comunes son las hipotecas a tipo variable, es cierto, pero también lo es que su hegemonía se ha reducido muchísimo en los últimos años. Según datos del Instituto Nacional de Estadística, representaban el 95% del total en enero de 2015 y tan solo el 63% del total dos años después. Muchos españoles necesitaban correr menos riesgos después de la crisis y algunas entidades les ayudaron a conseguirlo.
Abanca fue una de las primeras entidades que lo hicieron. Ahora mismo, alrededor del 46% de las hipotecas que concede es a tipo fijo. Ofrece una tasa de interés nominal (TIN) desde el 2,05% y una TAE para siempre del 3,80%. Los términos son más sencillos de lo que parece: el TIN es el interés que se cobra por el aplazamiento de los pagos y la TAE es la tasa que muestra el coste anual de la operación.
Abanca también fue una de las primeras que apostó por la absoluta transparencia en todas sus hipotecas, incluidas las mixtas y variables. Esa es la función de su comparador, que ayuda a diseñar una hipoteca a medida, y de una página web que identifica exactamente lo que cuestan sus productos. Se acabaron la verborrea y los mil papeles grapados con términos incomprensibles. Además, ofrece la posibilidad de gestionar casi todo el proceso de contratación de forma online, lo que supone un ahorro de tiempo. Sus hipotecas mixtas parten de un TIN del 1,99% los 10 primeros años y de un Euríbor +1,30% desde ese momento. La TAE variable es del 3,23%. En paralelo, sus hipotecas variables van desde un Euríbor +0,99% a partir del segundo año, desde un 1,45% de TIN el primer año y desde el 2,38% de TAE variable.
Quizás sea cierto que existen tantas clases de hipotecas como personas. Lo que es seguro es que todas las personas, y más en momentos de incertidumbre, esperan claridad y transparencia para poder elegir cómo y con quién quieren cumplir el sueño de comprar su nueva casa.