Cómo saldremos de esta crisis?, ¿seremos mejores o peores que antes?”. Estas son dos preguntas que nos formulamos a menudo desde que nos encerramos en nuestras casas un 15 de marzo. La respuesta depende en buena medida del estado de ánimo de quien la busque. “No hemos aprendido nada”, lamentan los pesimistas. “Saldremos más fuertes”, aseguran los optimistas. Con todo, de ciertas personas sí sabemos con certeza que, después de toda esta experiencia tan traumática, serán mejores que antes. Lo que tienen en común es que, en su día, decidieron que lo mejor que podían hacer mientras estaban en sus casas era ayudar a los demás. Así de sencillo.
Durante el confinamiento, los pagos entre personas a través de PayPal han sido fundamentales para este fin, para cuidarnos unos de otros y mostrar nuestro apoyo a los demás aunque fuera desde la distancia. Así, a través de este servicio, hay quien ha podido pagarle la compra a ese vecino que siempre se ofrecía a hacérsela porque era población de riesgo y prefería no salir a la calle; hermanos que han reunido dinero para darles una sorpresa a sus padres después de tanto tiempo sin verlos o quienes han compaginado el teletrabajo con otra profesión, la de paseador de perro, cuando algunos no podían sacar a sus mascotas. Otros han recaudado a través de PayPal dinero para luchar contra la Covid-19, para ayudar a pequeñas librerías a sobrevivir a estos duros meses o para ayudar a las mujeres bangladesíes. Estas son algunas de sus historias.
85 voces para vencer a la COVID-19
El mundo de la música es muy gregario. Los ensayos constantes, los ajustes y las correcciones en cada compás, los nervios antes de una actuación… son circunstancias que unen mucho. Para los músicos, no poder reunirse al menos una vez a la semana para afinar sus interpretaciones es un mazazo que hay que añadir a los que afectaron durante el confinamiento al resto de los mortales.
“Nuestra iniciativa surgió, en realidad, de la necesidad que teníamos de estar juntos. De buscar la manera de no perder la actividad. Íbamos a hacer un esfuerzo enorme, así que pensamos, ¿por qué no convertirlo en algo más grande?, ¿por qué no utilizarlo para ayudar a aliviar un poco el sufrimiento de tanta gente?”. Quien habla es Marco Antonio García de Paz, director del coro asturiano El León de Oro. Se refiere a las dos grabaciones que realizaron dos formaciones del coro, una adulta y otra infantil, para impulsar una recaudación de fondos contra la COVID-19.
Cada participante grabó su voz desde su propia casa, sobre una base de piano. Después, se unieron todas las voces en la mesa de edición: 35 adultos y 50 niños. El resultado, una campaña en redes sociales, #LDOEnAcción, con dos vídeos que resultaron ser un bálsamo para miles de ciudadanos y que animaban a realizar donaciones para apoyar la lucha contra la COVID-19. El León de Oro eligió PayPal para esta acción por su sencillez de uso y efectividad.
El fin del estado de alarma ha marcado también el final de la campaña. Ahora, decidiremos a qué actividad donaremos el dinero recaudado, en función de las necesidades que detectemos. Al principio, cuando pusimos en marcha la iniciativa, no sabíamos cómo iba a evolucionar la pandemia, por eso dejamos la decisión para ahora. En breve la haremos pública”, explica el director.
Sigue leyendo. Tu librería depende de ello
Ver cerrar una librería es una de esas estampas que suelen dejar cicatrices en quien la contempla. Alejandra Meléndez y Esteban González Guitart no se vieron capaces de afrontar un futuro en el que las librerías independientes que tanto frecuentaban no existieran. Así que se pusieron manos a la obra. La última semana de marzo trabajaron día y noche para poner en marcha un proyecto,Sigue Leyendo, para que lectores y librerías siguieran en contacto en pleno confinamiento.
“Queríamos ayudar desinteresadamente, aportar nuestro granito de arena para que las librerías siguieran abiertas al volver a la normalidad”, explican. Para ello, desarrollaron los ValeParaLeer, unos bonos canjeables por valor de 5 a 50 euros que se podían cambiar por libros en las diferentes librerías que forman parte de Sigue Leyendo. Una página web permitía a los clientes realizar una compra por adelantado que dotó de liquidez a estos pequeños negocios en un momento muy delicado.
“Cada domingo les enviábamos a las librerías inscritas el reporte de los bonos y el dinero que habían recaudado durante la semana”, recuerdan los promotores de la acción. La plataforma comenzó a funcionar el 6 de abril y, hasta ahora, ha logrado recaudar más de 30.000 euros y apoyar a 30 librerías. En total, 500 lectores contribuyeron a la causa través de PayPal, un medio de pago que Alejandra y Esteban eligieron por su comodidad y seguridad.
“Ha sido muy satisfactorio haber contribuido durante estos meses a que las librerías de España tuvieran un poco de oxígeno cuando tuvieron que permanecer cerradas debido a la cuarentena. Nos alegra haberlas ayudado, ya que el sector cultural ha sido uno de los sectores más castigados por la crisis sanitaria”, indican Alejandra y Esteban.
Una cadena de mujeres en un momento muy delicado
“Habíamos abierto nuestra tienda física solo tres semanas antes de tener que cerrarla por el confinamiento. Sí, sabíamos muy bien que era un momento muy difícil, que nos iba a marcar a todos y que no sabíamos qué cicatrices nos iba a dejar”. Isabel López Caamaño está detrás de Mr.Ce, una tienda especializada en bolsos y otras prendas elaboradas con materiales procedentes de distintos países del mundo, muchas de ellas con una segunda vida, y que apuesta por el comercio justo.
“Tenemos una línea de shopping bags que elaboran mujeres de zonas rurales de Bangladés. Colaboramos con ellas a través de una ONG bengalí que les facilita el desarrollo de su trabajo en condiciones laborales sostenibles y justas. Las bolsas son artesanales, así que algunas de ellas vienen con una ligera tara. Por supuesto, me niego a devolverlas, y más en un momento tan delicado”, explica Isabel. El confinamiento supuso la caída de las ventas y, con ella, de los encargos a las mujeres bangladesíes, que podían ver peligrar su frágil equilibrio. Así que a Isabel se le ocurrió poner en marcha una cadena solidaria de mujeres que permitiera mantener la maquinaria en marcha.
“Pusimos a la venta en nuestro e-commerce las bolsas con taras a precio de coste y sin gastos de envío. La respuesta de nuestras clientas fue extraordinaria y emocionante. Sabemos que muchas de ellas las compraron por pura solidaridad, así que decidimos poner también nuestro granito de arena y lanzamos la campaña #Yosoytarada, por la que regalábamos un kimono confeccionado a base de telas de saris reciclados. En ella, las animábamos a compartir en nuestras redes sociales una reivindicación de lo imperfecto, a hablar de las cicatrices que les iba a dejar el confinamiento y ponerlas en valor”, comenta Isabel.
A través de PayPal, esta cadena de mujeres que comenzó en A Coruña, donde tiene su sede Mr.Ce y llegó hasta Bangladés, dio toda una lección de resiliencia y solidaridad. “Es el medio de pago que más se utiliza en nuestro e-commerce. Además, a nosotros nos facilita mucho el envío de dinero internacional, como las que realizamos a esta ONG bengalí. Nos ha ayudado a seguir creando riqueza en una zona que lo necesita mucho”, destaca la fundadora de Mr.Ce.
SALIR MEJOR DE ESTA ES CUESTIÓN DE SOLIDARIDAD
¿Cómo ayudar cuando ni siquiera se puede salir de casa? Tirar de imaginación y solidaridad es un gran comienzo