El mejor tributo a los clásicos del motor
“Si tienes todo bajo control es que no te estás moviendo lo suficientemente rápido”. La frase es del mítico piloto de automovilismo Mario Andretti y resume la esencia de un deporte competitivo y legendario.
En la década de los 60, las diferentes escuderías presentan grandes innovaciones para aumentar la aerodinámica de los coches: el frontal de los monoplazas se estiliza, llega el chasis monocasco de aluminio y sobre todo, los alerones en la carrocería. Mejor rendimiento y más competitividad, toda una declaración de intenciones que demuestra el deseo del automovilismo por evolucionar y traspasar los límites tecnológicos.
Y ya han pasado más de 50 años desde que Tissot decidiera unirse a este dinamismo competitivo para presentar el reloj deportivo más prestigioso de su colección: el PRS 516.
RELOJES Y BÓLIDOS
Desde su lanzamiento en 1965, este modelo es todo un homenaje a los bólidos clásicos de competición: correas inspiradas en las características perforaciones ovaladas del volante, pulsadores que recuerdan a los pistones del motor, esferas que simulan los salpicaderos de aquellos automóviles… Los deportes de motor siempre han sido siempre fuente de inspiración para Tissot porque ambos coinciden en un estilo de vida activo, competitivo y tecnológico.
De hecho, los relojes de cuarzo se popularizaron gracias a la estrecha colaboración de la marca suiza con la Fórmula 1. Tissot se asoció con escuderías como Ensign o Renault, y con pilotos de fama internacional como el belga Jacky Ickx, conocido como Monsieur Le Mans por sus seis victorias en la mítica carrera de resistencia, el suizo Clay Regazzoni, estrella de Ferrari en los 70, o el estadounidense Mario Andretti, considerado uno de los mejores y más completos corredores de todos los tiempos.
Si la robustez y el diseño único del mítico PR 516 demostraron la admiración hacia las grandes figuras automovilísticas del momento, medio siglo después estamos ante el mejor tributo a los deportes de motor.
TISSOT Y EL MOTOR
TISSOT PRS 516 Powermatic 80
Después de numerosas reediciones a lo largo de los años, este reloj legendario sigue fiel a la pieza original y a la estética vintage a través de diferentes modelos, disponibles con correa de piel o brazalete de acero inoxidable, con movimiento de cuarzo o automático con una reserva de marcha de hasta 60 horas; en definitiva, un reloj suizo con líneas más modernas, caja con bisel de cerámica negro y taquímetro en la mayoría de los modelos de la colección. Detalles como las esferas minimalistas y los índices flotantes de los PRS 516 Powermatic 80, conforman un reloj excepcional que conmemora una época especial e inolvidable.
La vinculación de Tissot con los deportes de motor creció tras convertirse en cronometrador oficial del Campeonato del Mundo de Motociclismo en 2001, además de convertirse en el primer fabricante del reloj oficial de MotoGP.
La alianza que volvió a unir en 2015 a Tissot y al fabricante de coches francés Alpine sirvió para rememorar los éxitos del clásico deportivo Alpine A110 en los años ‘70, más conocido como Berlinette. El reloj Tissot V8 Alpine 2017 celebra así la colaboración entre ambas marcas con un guiño al verdadero espíritu de las carreras.