Cuando el tiempo se mueve a nuestro ritmo y estilo
Existe un reloj cuyas agujas se mueven a nuestro paso. Un prodigio técnico con el encanto de lo artesanal y la precisión de nuestra vida moderna. Suizo, automático y ahora al alcance de todos. Un reloj que marca su dominio del tiempo con el estilo de quien lo lleva
En un momento en el que vivimos pendientes de cambiar pilas y cargar baterías, un mecanismo es capaz de funcionar con la energía que proporciona el simple movimiento de nuestro cuerpo. En plena época de fervor por los gadgets y los dispositivos electrónicos, un pequeño ingenio de la mecánica sigue vigente un cuarto de siglo después de su descubrimiento.
Porque la tecnología más puntera no puede dejar de lado a la producción más artesanal, es necesario que innovación y tradición vayan siempre unidas para ofrecer productos exclusivos y de calidad.
El reloj automático, pura física aplicada a la tecnología
Sin pilas y sin darle cuerda: así de simple y así de complejo. A través de mecanismos únicos, un reloj automático se mueve de manera constante gracias a la interacción con la persona que lo lleva, al andar, con un apretón de manos, con un abrazo. Puede parecer fácil, pero convertir y regular la energía en impulsos capaces de mover las agujas con la más alta precisión requiere del trabajo de verdaderos maestros de la relojería. Un “tic-tac” que se escucha, un prodigio técnico con un encanto especial. Modernidad sin renunciar nunca a la esencia; sólo de esta manera se entiende que una firma de relojería haya continuado innovando y manteniéndose a la vanguardia durante sus más de 160 años de historia.
Equipada con los últimos avances, la fábrica de Tissot en Boncourt (Suiza) lleva a cabo un proceso extremadamente minucioso para incorporar el movimiento Swissmatic a sus relojes: todos los componentes están soldados y se ensamblan por módulos en una cadena automática. Modernidad sin renunciar nunca a la esencia. Solo así se entiende que una marca sea capaz de vender más de 4 millones de relojes al año en todo el mundo.
Tissot Everytime Swissmatic, el estilo es automático
Un reloj suizo, automático y a un precio imbatible. Un objeto exclusivo al alcance de todos los públicos. Para conseguirlo, Tissot tiene en su colección de mayor éxito al mejor aliado: los relojes Everytime. El mismo diseño clásico, minimalista y atemporal, ahora también en versión automática al integrar el movimiento Swissmatic. Mayor distinción y misma sencillez.
Hay un Tissot Everytime para cada personalidad y para cada momento, por lo que se puede elegir entre los modelos de inspiración vintage con brazalete de acero inoxidable, los más lujosos de piel lisa o tipo cocodrilo, o los que ofrecen una moderna correa textil. Esfera amplia y de lectura fácil, caja de acero con cristal de zafiro irrayable y todo ello al precio de un reloj de cuarzo. La opción ideal para quienes buscan su primer reloj automático suizo. Con la reserva de marcha, el mecanismo Swissmatic permite que el margen de tiempo sin uso llegue hasta los tres días.
Un reloj con alma, un reloj que se mueve a nuestro ritmo y estilo. Y es que cuando nuestro cuerpo es capaz de mover un reloj, estamos ante la unión más sencilla y precisa entre tiempo y energía.