Iberdrola fija en Xove o Sabón la unión a tierra de los parques marinos gallegos

Beatriz García Couce
beatriz couce FERROL / LA VOZ

ECONOMÍA

Navantia

Transición cerrará mañana la exposición pública de los planes de ordenación

24 jun 2021 . Actualizado a las 08:38 h.

Los dos parques de eólica marina que Iberdrola proyecta para aguas gallegas -bautizados como San Brandán y San Cibrao- están diseñados para operar a 12 y 13,5 kilómetros al oeste y este del cabo Ortegal, el área que la eléctrica considera más idónea por la potencia del viento. De llevarse a cabo, cada uno de los cuales contaría con 35 aerogeneradores de 14 megavatios de potencia, instalados en estructuras flotantes situadas a entre 100 y 200 metros de profundidad. Pese a ubicarse en aguas orteganas, la entrada de la electricidad a tierra no se llevará a cabo a través de ningún municipio de la costa de esta comarca, sino que se efectuará, en el caso del recinto lucense, a través de Xove, mientras que en el de San Brandán, bien a través de este punto o por Sabón. En ambas localidades existen subestaciones, desde las que se podría evacuar la energía.

La compañía subraya, en la documentación ambiental que tiene actualmente a exposición pública el Ministerio de Transición Energética, que «la situación y la disponibilidad de recursos eólicos de Galicia convierten el territorio en una región aventajada para liderar la transición energética». Además, subraya que la comunidad «ha demostrado ser una referencia a nivel nacional e internacional en eólica marina, y más específicamente en eólica flotante, siendo exportadora de los principales elementos de parques marinos situados en el resto de Europa». Considera que ambas inversiones planteadas -que no cuantifica- servirán «tanto de motor económico como de creación de empleo y desarrollo de innovación, evidenciando el potencial de la región para formar parte de un hub global de desarrollo tecnológico e industrial en sector eólico marino flotante».

En el caso del parque San Brandán, Iberdrola analiza cinco posibles alternativas para la conexión a tierra de la instalación, y concluye que la más viable es a través de la playa de Esteiro, en Xove. En el bautizado como San Cibrao, se evalúan seis opciones, y también se apunta a ese arenal, además de la zona de Portocelo.

La granja ubicada al oeste del cabo Ortegal ocupa 108,7 kilómetros cuadrados de superficie marina.

La compañía, que calcula que estos proyectos podrían generar ocupación para 15.000 empleos, tanto de forma directa como indirecta, admite en la extensa documental ambiental expuesta por el gabinete de Teresa Ribera la afectación que tienen estas actuaciones industriales a sectores como el de la pesca, el tráfico marítimo o el impacto paisajístico. Como ejemplo, el de San Brandán reporta un impacto sobre 3.000 hectáreas de caladeros de forma permanente, y sobre cerca de 2.000 y 5.600 de forma temporal, por la instalación de los cables. Sin embargo, propone medidas para reducir los alcances, sobre las que, en cualquier caso, como con el resto de los proyectos, tendría que pronunciarse la Administración tras dar audiencia a las partes implicadas.

Planificación estatal

Sin embargo, las expectativas de Iberdrola chocan frontalmente con los Planes de Ordenación del Espacio Marítimo (POEM) publicados por el Gobierno central. Aunque las zonas prioritarias fijadas para Galicia se ubican en las inmediaciones del cabo Ortegal y también frente a las aguas lucenses, las áreas reservadas son muy pequeñas y alejadas de la costa. Mañana termina el plazo de exposición por parte del Ministerio y se prevén alegaciones tanto desde el ámbito empresarial como institucional.

Proyectos que haría necesario más de un astillero para fabricar todas las estructuras

Iberdrola subraya el importante impacto que podrían tener sus parques marinos tanto en la generación de empleo como en la actividad económica. «Es bueno resaltar que existen astilleros que debido a su experiencia previa en proyectos de eólica marina flotante podrían abordar la construcción de las cimentaciones», incide la compañía, que alude expresamente a las factorías de Navantia Fene -en donde se han fabricado 11 de las 13 estructuras para parques europeos que se han encargado hasta el momento- y de Puerto Real (Cádiz), de donde han salido las subestaciones eléctricas para dos de los recintos de Iberdrola. Se refiere también a la experiencia de otras compañías, como Windar Renovables -socio de Navantia en la eólica marina- y Haizea, en la producción de componentes para el sector.

De materializarse ambas actuaciones, implicarían la construcción de 70 estructuras sumergibles. «En fases más avanzadas del proyecto se podrá analizar la capacidad y disponibilidad de estas instalaciones para evaluar la posible estrategia constructiva de las plataformas flotantes. Cabe la posibilidad que, debido al volumen de fabricación, sea necesario realizar la producción de dichos elementos en varios astilleros simultáneamente», afirma la compañía.

Encargo en Fene

En estos momentos, Navantia y Windar fabrican en Fene 64 jackets -estructuras de sujeción fijas- para el parque de Saint Brieuc, el primero de Iberdrola en Francia.