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El mar de Galicia se revuelve contra la injerencia de Madrid en su marisqueo

e. abuín REDACCIÓN / LA VOZ

SOMOS MAR

Martina Miser

Las cofradías se presentarán como codemandadas por el recurso de Ribera

21 may 2021 . Actualizado a las 11:24 h.

El mar gallego se ha encrespado al trascender que el Ministerio de Transición Ecológica ha presentado un recurso en el Tribunal Superior de Xustiza de Galicia (TSXG) para derogar el Plan Xeral de Explotación Marisqueira. El mar gallego, así, en general. Porque la palabra aldraxe al ver invadida una competencia recogida en el Estatuto de Autonomía no solo ha salido de boca de los mariscadores. De «inxerencia inadmisible» han hablado los mariscadores, los primeros, pero también los pescadores, los depuradores, los grupos políticos... Salvo el PSdeG, que ha optado por el algo farías y ha pedido a la Xunta que enseñe el expediente y aclare si se han hecho las cosas bien. 

Por el momento, en las playas se trabaja con normalidad, pues todavía no ha llegado nada ni nadie del TSXG comunicando una suspensión cautelar del plan marisquero, pero el riesgo de quedar sin normas está ahí. La conselleira do Mar, Rosa Quintana, confía en que esa medida no se adopte, dado que «todo o traballo de boa xestión que levan demostrando as organizacións de produtores e as confrarías se vería no aire», trasladó ayer a los medios.

La decisión ahora está en manos de los tribunales que deben pronunciarse sobre si realmente es necesario solicitar el informe perceptivo y vinculante que el departamento de Teresa Ribera echa en falta en la tramitación del plan o si, como sostiene la Xunta, no es necesario, puesto que en ese documento no se otorgan concesiones o autorizaciones -que sí requerirían ese trámite-, sino que solo se dictan normas y se ordena una actividad como se viene haciendo desde los noventa. Y el PSdeG -recuerdan desde el departamento de Quintana- debería saberlo, no en vano asumió la cartera de Pesca durante el bipartito y elaboró planes xerais también sin pedir la bendición a Madrid.

Codemandadas

Sin esperar a que el TSXG se pronuncie, las cofradías ya han elegido bando. Un bando que no es más que el suyo propio, puesto que el Plan Xeral de Explotación Marisqueira recoge los 94 planes que pósitos y entidades del sector han pactado con la Xunta. Esa cogobernanza evolucionará ahora a codemanda, puesto que ya antes de la reunión que el sector mantuvo con Quintana, la Federación Galega de Confrarías había anunciado en un comunicado que «se presentará como parte afectada» en el momento procesal oportuno. Esto es, cuando la Administración consulte si alguien se considera perjudicado. Será hoy mismo, según la Consellería do Mar, pues se publicará en el Diario Oficial de Galicia la resolución dando cuenta del recurso.

Y desde luego que las cofradías se sienten perjudicadas. Es más, interpretan la actuación de Transición Ecológica como «un ataque frontal á exemplar regulación e xestión do sector profesional do marisqueo en Galicia». Al mismo tiempo muestran su incredulidad ante esta «inxerencia por parte dun ministerio que non está a favorecer o desenvolvemento social e económico da comunidade». Y es que las cofradías aún se la guardan a Ribera por no escuchar el clamor contra la modificación de la Ley de Costas a través de la de Cambio Climático, como para que ahora venga a poner en duda «a exemplar xestión dos recursos marisqueros en Galicia».

Y como el mar es una cadena, la depuración, aún con la misma herida abierta, recuerda, como la Xunta y demás voces, que el marisqueo es una competencia exclusiva de Galicia, recogida en su Estatuto de Autonomía, y que de ninguna manera puede estar dictada desde Madrid. «Condicionar os plans marisqueiros vai condicionar toda a estructura económica do mar de Galicia», asegura Roberto Fariña, presidente de los depuradores de Agade.

Quintana no duda de que esta es una prueba más de la «actitude moi belixerante da ministra Ribera co sector marítimo-pesqueiro».

Transición Ecológica entiende la inquietud del sector, pero culpa a Mar por no ofrecer respuesta jurídica

El Ministerio de Transición Ecológica negó ayer que el recurso presentado contra el Plan de Explotación Marisquera de Galicia sea una injerencia en competencias autonómicas, sino que es la respuesta a un «incumplimiento por parte de la Consellería do Mar de los trámites previstos en la legislación autonómica y estatal». El departamento que dirige Teresa Ribera comprende «la preocupación que se haya podido generar», pero no debería revolverse contra «quien cumple», sino «a la parte que claramente incumple y además persiste en ello». Porque, recuerda Transición Ecológica, la Xunta fue advertida. Se le envió un requerimiento formal para evitar la impugnación judicial y lo rechazó «sin fundamento jurídico». Así, además de no pedir el informe con carácter previo, «tampoco subsanó su carencia tras requerírsele en ese sentido, por eso se ha interpuesto el recurso», apuntan desde Transición Ecológica.

Este ministerio defiende que, según la Ley de Costas (artículo 112) y la de Pesca de Galicia (el 30), es preciso un informe preceptivo y vinculante previo de Costas para adoptar resoluciones en cuestiones como «planificación del marisqueo y la acuicultura» y «la ausencia de ese informe del titular del espacio del Estado es un defecto que no puede pasarse por alto y debe subsanarse».

Es más, Transición Ecológica sugiere que la falta de ese informe podría estar vinculado al empeño de no querer pagar las indemnizaciones por la regeneración de la ría de O Burgo.