«El yoga mejora la calidad de vida y el pronóstico de la enfermedad»

Dolores vázquez A CORUÑA / LA VOZ

A CORUÑA CIUDAD

PACO RODRÍGUEZ

La Unidad de Mama, con el respaldo de Asoframe y el apoyo de la UDC, impartirá clases gratuitas

15 ene 2016 . Actualizado a las 05:00 h.

Carmen Cereijo Garea (A Coruña, 1964) lleva 25 años trabajando como enfermera, de los que quince han sido en la Unidad de Mama del Hospital A Coruña, en la que ahora es gestora de casos. Además, es la responsable del proyecto de investigación en el que se pretende introducir clases de yoga para las pacientes. Con este objetivo, Patricia Rey, directora de la Fundación Profesor Novoa Santos, y Cristina Piñeiro, de la Asociación de Trasplantados de Médula Ósea (Asotrame), firmaron ayer un convenio de colaboración por el que se comenzarán a impartir clases gratuitas de yoga a finales de este mes o comienzos del próximo en la aula de Náutica que cede la UDC. Está previsto que se formen dos grupos, con 25 plazas cada uno y las clases las imparta una licenciada en Ciencias del Deporte y la Educación Física con experiencia de diez años en este campo. Aunque se plantea para las pacientes con cáncer de mama, está abierto a otros enfermos oncológicos.

-¿Cómo se plantea este proyecto?

-Surge por una preocupación de los profesionales de la Unidad de Mama por mejorar la calidad de vida de los pacientes, de cara a las últimas evidencias científicas que no solo demuestran que mejora la calidad de vida, sino el pronóstico de la enfermedad.

-¿Qué beneficios reporta esta actividad?

-Disminuye el cansancio y el nivel del estrés o su ansiedad, mejora la calidad del sueño, influye en el sistema inmunitario y también reduce la inflamación. En otros países se considera un tratamiento adicional y se recomienda como parte del tratamiento para las pacientes.

-¿En qué momento de la enfermedad participarán las pacientes en estas clases?

-Como es un proyecto de investigación se plantean las clases dos días a la semana, con un grupo de pacientes de inicio del tratamiento y otro grupo que ya han pasado los tratamientos iniciales y están en fase de recuperación.

-¿Por qué este estudio ahora, cuando defienden que hay existencias científicas que avalan la idoneidad del yoga con estos pacientes?

-No es lo mismo la población inglesa, de donde son esos estudios, donde se conoce más el yoga y el contexto es diferente. Ahora tenemos que ver la participación de los pacientes, cómo responden y la adherencia a las clases.

-¿Qué se prescribía para estos enfermos antes?

-Cuidar la dieta, dieta mediterránea y saludable, porque con los tratamientos suelen aumentar de peso y se le recomienda siempre hacer ejercicio físico porque se le suelen dar corticoides y hormonoterapia que hace que la mujer, en la mayoría de los casos, aumenten de peso y la obesidad es un factor de riesgo para el cáncer de mama y se les recomienda que hagan ejercicio. El yoga es un ejercicio que pueden practicar todas las mujeres independientemente del estado físico y de la edad.

-¿Se puede establecer una tasa de mejoría con su práctica?

-Son resultados estadísticamente significativos, favorables para aquellas mujeres que iban a clases de yoga, incluso asociaciones de investigadores de cáncer o de cáncer de mama recomiendan su práctica. Tenemos que cuidar a la paciente, pero también hacer hincapié en mejorar sus hábitos de vida.

-¿Qué respuesta esperan?

-Habrá que esperar los resultados y quizás esto después se pueda llevar a los centros cívicos, en colaboración con los ayuntamientos, para que las pacientes oncológicas puedan beneficiarse de una actividad que ya existe.

Carmen Cereijo