Las costas del Occidente asturiano perdieron la mitad de los erizos

DANIEL GAYOSO LUARCA / LA VOZ

FIRMAS

Imagen de la siembra de erizos de mar realizada recientemente en la costa de Luarca.
Imagen de la siembra de erizos de mar realizada recientemente en la costa de Luarca. d. gayoso< / span>

El Principado acomete un plan de recuperación sembrando el equinodermo para tratar de recuperar la colonia que había hace años

26 jul 2012 . Actualizado a las 07:00 h.

En los últimos 20 años se ha perdido la mitad de la colonia de erizos de mar que había en la costa del Occidente asturiano. Es lo que se desprende de la revisión realizada por el Principado y que ha arrojado resultados cuando menos preocupantes, encendiendo todas las alarmas.

Por ello, la Dirección General de Pesca Marítima del Principado de Asturias trabaja para la repoblación de esta especie.

Hace un tiempo se realizó la suelta de ejemplares de erizo de mar en Tapia, y recientemente le tocó el turno a la costa de Luarca. Se soltaron más de 5.500 ejemplares juveniles de unos 30 milímetros y que durante el último año y medio fueron criados en el Centro de Experimentación Pesquera de Castropol.

La suelta se realizó en lancha y dos buceadores fueron los encargados de llevar los erizos al fondo del mar en una zona conocida como Las Agudas, a una milla de la capital valdesana.

En esa zona, según la cartografía realizada en 1991, había una biomasa explotable de 6.641 kilogramos, cantidad que desapareció en una nueva revisión realizada en el año 2006.

En general, según explicó el biólogo, la reducción del erizo en el Occidente ha sido constante y se extiende al resto de concejos, algo que no ocurre en otras zonas de Asturias.

Ahora habrá que esperar unos cuatro años para lograr que los ejemplares alcancen el tamaño necesario para su comercialización, aunque no todos lo conseguirán.

En otras sueltas, se ha constatado que sobreviven cerca de un veinte por ciento del total, aunque es muy difícil asegurar una cifra. La estrella de mar, por ejemplo, se apunta como uno de los causantes de la desaparición de los erizos.