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La conserva se planta contra Nutriscore porque no califica correctamente su calidad

Somos Mar REDACCIÓN

CONSUMO MAR

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Pide a las autoridades sanitarias españolas una revisión de la aplicación de este etiquetado a las latas

19 mar 2021 . Actualizado a las 05:00 h.

Nutriscore, ese semáforo de la calidad nutricional de los productos, no valora correctamente la que correspondería a las conservas de pescado y marisco. Es lo que sostiene la patronal Anfaco y su centro tecnológico Cecopesca, que ha entregado a la Agencia Española de Seguridad Alimentaria y Nutrición (Aesan) un análisis técnico legal para que se avenga a adaptar ese algoritmo a las conservas y semiconservas, de forma que valore la calidad de sus proteínas, su contribución a las necesidades de omega 3 de la población y la riqueza de otros nutrientes esenciales, «que las convierte en uno de los alimentos más completos y paradigma de conveniencia y disponibilidad».

Anfaco lleva desde el 2019 insistiendo a la Aesan para que realice un examen profundo de la aplicación de Nutriscore al producto que sale de las fábricas de sus asociados, pues ahora mismo «no califica correctamente la calidad nutricional de las conservas, con el consiguiente perjuicio de su imagen».

Al entender de Anfaco, Nutriscore adolece de falta de precisión cuando se aplica a las latas de pescado porque no tiene en cuenta particularidades relevantes como su alto contenido en proteínas, pues aporta todos los aminoácidos esenciales y los pescados poseen una proporción de colágeno baja, y sus proteínas se digieren con facilidad; la alta calidad de su grasa (ácigos omega 3), su elevado contenido en vitaminas del grupo B, D y E y la presencia de minerales como fósforo, potasio, yodo y selenio. Eso sin entrar en su valor asequible y en la facilidad y comodidad de uso.

Herramienta poco útil

Por tanto, «no es una herramienta útil para impulsar la reformulación de los alimentos con objeto de que sean nutricionalmente más saludables». Y tampoco lo es para «comparar productos de la misma categoría de marcas diferentes productos de consumo alternativo dentro de una misma marca, así como alimentos de distinta categoría pero que pueden ser alternativas de consumo».

La Comisión considera útil la introducción a escala de la UE de un régimen armonizado de etiquetado nutricional que ayude a los consumidores a elegir alimentos saludables y a las empresas alimentarias a racionalizar sus costes, facilitaría el seguimiento y control por parte de las autoridades competentes y evitaría el riego de restricciones a la libre circulación de mercancías. Pero Anfaco no considera fundado «sostener una eventual obligatoriedad de Nutriscore en el 2022», dado que no existe un consenso europeo en materia de etiquetado en el frontal del envase. «Resulta particularmente precipitado y contario al principio de gobernanza, forzar la obligatoriedad de Nutriscore u otros esquemas, si consideramos en el caso de la etiqueta nutricional su obligatoriedad llego después de un período de más de 20 años en que era voluntario, aunque armonizado».

La patronal cree que antes de imponer el polémico etiquetado frontal habría que retomar desarrollos normativos pendientes desde el 2009, como el establecimiento de perfiles nutricionales previsto el reglamento CE No 1924/2006 de alegaciones, y se está a la espera de que la Comisión presente su propuesta sobre los requisitos de información al consumidor. «Si cada estado miembro hace su algoritmo Nutriscore, estaremos creando un caos de etiquetado y falta de armonización entre Estados miembros».

Contra la autoexclusión de las DOP e IXP

Tampoco es comprensible, dice, que producto amparado bajo figuras de protección de la calidad diferenciada como Denominación de Orixe Protexida (DOP) o Indicación Xeográfica Protexida (IXP) puedan, llegado en caso de una aplicación obligatoria del etiquetado autoexcluirse voluntariamente de la participación en el sistema.