Diez toneladas de almeja intervenida y más de veinte empresas investigadas por la comercialización ilegal de marisco portugués

La Voz VILAGARCÍA / LA VOZ

O GROVE

Policía Nacional

El producto era capturado por furtivos en Lisboa, en la zona de la desembocadura del Tajo

25 mar 2018 . Actualizado a las 18:15 h.

La Policía Nacional, en colaboración con la Policía Marítima portuguesa, inmovilizaron diez toneladas de almeja japónica capturada por furtivos en la desembocadura del Tajo, en Lisboa, e introducida ilegalmente en España. Los investigadores han localizado una veintena de viveros, la mayor parte de ellos ubicados en las Rías Baixas, que comprarían el marisco a una organización criminal que, a su vez, se lo adquiría a los miles de mariscadores ilegales que cada día trabajan en la costa portuguesa, en áreas muy contaminadas. El producto se distribuía en nuestro país amparado por documentación falsificada. En el transcurso de la operación, de la que hoy se ha hecho balance, se realizaron 19 entradas y registros y una veintena de inspecciones administrativas en cuatro provincias. En ese despliegue colaboraron los efectivos de Gardacostas y del servicio veterinario de la Xunta de Galicia, los servicios de inspección pesquera de Galicia, Cantabria y Huelva, y el Servicio de Vigilancia Aduanera de Guipúzcoa.

Durante ese viaje entre Lisboa y el mercado español, el precio de las almejas crecía de forma considerable. Los furtivos percibían por cada kilo unos tres euros. La organización encargada de la distribución lo vendería a las empresas españolas por unos 7 euros. Y finalmente, llegaría al consumidor a unos 12 euros el kilo.

Fue hace dos años, en el 2015, cuando la Policía Marítima de Portugal comenzó a trabajar para desarticular la red que comercializa marisco extraído sin autorización en zonas contaminadas de la costa del país vecino. Enseguida descubren que ese producto tiene como destino el mercado español, y comienza un trabajo conjunto. Las autoridades lusas consiguieron determinar el nombre de los transportistas que se estarían dedicando a la introducción del marisco de forma ilícita así como algunos de los vehículos industriales utilizados. «De este modo se llegó hasta alguna de las empresas que estarían recibiendo la mercancía en España. Tras exhaustivas pesquisas documentales y sobre el terreno, se identificaron una veintena de viveros de Santander, Huelva, Guipúzcoa y principalmente en Pontevedra que estarían “blanqueando” la entrada de almejas japónicas en el mercado nacional. Estos viveros adquirían la almeja irregularmente mariscada por los furtivos portugueses a la organización que posteriormente la introduciría en España», dice el comunicado de la Policía Nacional.

En el año 2017,las autoridades lusas pararon varios vehículos comerciales de la organización criminal portuguesa e intervinieron más de 5 toneladas de este marisco con documentación falsa. Del estudio de esta pudieron acreditar que se estarían falsificando los documentos administrativos oficiales en alguna imprenta de España, facilitando datos a los investigadores españoles con el objeto de proceder a su localización y tratar de determinar el grado de implicación de dicha empresa en la estructura organizativa de la actividad criminal investigada.

«Una vez que se pudo acreditar la compra de marisco procedente de esta organización delictiva portuguesa por parte de los viveros españoles y otros comercios, así como el lugar exacto donde se estarían falsificando los documentos oficiales portugueses, se llevó a cabo una nueva reunión con las autoridades lusas. El resultado fue la ejecución de una comisión rogatoria internacional a los diferentes partidos judiciales donde se había sacado a la luz la ilícita actividad», dice la Policía Nacional.

El balance de esta operación conjunta es, pues, el siguiente: 19 registros y 20 inspecciones administrativas en las provincias de Santander, Huelva, Pontevedra y Guipúzcoa. Un total de 20 personas jurídicas y dos personas físicas están siendo investigadas por los delitos de falsedad documental, marisqueo ilegal, fraude fiscal y blanqueo de capitales. Y 10 toneladas de almeja japónica que han sido intervenidas antes de llegar al mercado.