La Fundación Profesor Novoa Santos y Asotrame destacan que hay evidencias científicas que esta actividad física mejora la calidad de vida de los pacientes y el pronóstico de la enfermedad
14 ene 2016 . Actualizado a las 19:19 h.Hasta el momento, a los pacientes con cáncer se les recomendaba ejercicio físico como una de las medidas con las que paliar los efectos de la medicación tras una cirugía, pero en A Coruña se van a implantar clases de yoga, dirigidas en principio para las pacientes con cáncer de mama, aunque abiertas a otros enfermos oncológicos, porque los profesionales del Sergas destacan que hay evidencias científicas que con esta actividad mejora su calidad de vida y el pronóstico de su enfermedad.
Con este objetivo, Patricia Rey, directora de la Fundación Profesor Novoa Santos, y Cristina Piñeiro, de la Asociación de Trasplantados de Médula Ósea (Asotrame) firmaron esta mañana, en el Hospital Abente y Lago, un convenio de colaboración por el que se comenzarán a impartir clases de yoga a finales de este mes o comienzos del próximo, con dos clases a la semana, con plazas para 50 enfermos.
Este proyecto, que conllevará una investigación por parte de la Unidad de Mama coruñesa y que estará dirigida por la enfermera Carmen Cereijo, busca constatar desde A Coruña los beneficios del yoga para estos enfermos. Cereijo, que agradeció a la Universidade da Coruña que ceda el aula de Náutica para llevar a cabo las clases, explicó que hay centros ya que lo han incluido «como parte del tratamiento», ya que se ha demostrado que ayuda a bajar el estrés de los pacientes, influye en el sistema inmunológico y mejora la calidad de vida.
Las clases serán de carácter gratuita y abiertas a los pacientes que lo soliciten, aunque se plantea inicialmente desde la Unidad de Mama, que atiende una media de 450 casos de cáncer de mama nuevos al año.