La Voz de Galicia

Dos caras

Torre de Marathón

José Manuel Pose

26 Aug 2018. Actualizado a las 05:00 h.

Me gustó mucho la puesta en escena del Deportivo en esta segunda jornada de Liga. Fueron sus mejores 20 o 25 minutos hasta la fecha, durante los que llevó la iniciativa y manejó el control del partido, es decir, no solo llevó la iniciativa, sino que además maniató al rival, que no fue capaz de generar ningún peligro. A partir de entonces, todo cambió. El equipo asumió riesgos innecesarios, cometió pérdidas de balón en zonas muy peligrosas y en situaciones perfectamente evitables de las que se salvó gracias a las intervenciones del portero. Esta vez salió cara y el guardameta demostró solvencia y carácter.

Así, pese a la victoria y a que esta vez no encajó gol alguno, el Dépor se había mostrado más sólido en la primera jornada. Solo hay que pensar que acabamos el partido sin acordarnos de qué color eran los guantes del meta del Extremadura, que apenas intervino, mientras Dani Giménez desbarató varias ocasiones claras. Se palpaba intranquilidad en el equipo, pero el rival nunca logró aprovecharlo debido fundamentalmente a sus propios errores. En este sentido, me reconozco sorprendido por el espacio que Natxo González eligió para defender los balones parados, en mi opinión demasiado cerca de la portería. Me preocupó mucho, porque Rennella tiene la capacidad y la fortaleza para ganar los duelos con su defensor, por lo que cualquier acción puede resultar fatal. Al final, la ejecución de estas estrategias no fue demasiado brillante y apenas generaron problemas.

Sin duda, la lectura más positiva del partido radicó en el resultado. Durante la semana siempre se trabaja mejor desde la victoria. La Liga apenas está empezando y, pese a que todos seguimos viendo defectos en el equipo, este sigue invicto y en el casillero ha sumado cuatro puntos.


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