La Voz de Galicia

Vuelven los envases retornables a los supermercados de Monforte

Sostenibilidad

carlos cortés monforte / la voz
Xosé García, con dúas botellas de leite de Casa da Fonte

Una granja local paga a los clientes diez céntimos por cada recipiente que devuelven

27 Feb 2020. Actualizado a las 11:42 h.

Vuelven los envases retornables a los supermercados, por lo menos a los que venden productos de Casa da Fonte. La única explotación ganadera de la comarca de Monforte que transforma y vende directamente sus productos al consumidor es también una de las pocas de Galicia -si es que hay alguna otra- que paga a los consumidores por la devolución de sus envases. Como se hacía antes y como ya no hace casi nadie, a pesar de los llamamientos oficiales al reciclaje y la reutilización. Los responsables de esta granja no ganan dinero con esta práctica, pero tampoco lo pierden. «Non sabemos realmente se nos sae moito a conta -cuentan en Casa da Fonte-, pero temos claro que así é como queremos traballar».

Casa da Fonte es la marca con la que comercializa sus productos la granja de ganado que Xosé García heredó de sus padres hace unos años en Mañente, una parroquia del municipio de Pantón muy próxima al casco urbano de Monforte. En el verano del 2018 dejaron de vender prácticamente leche a la industria láctea y pasaron a utilizarla para elaborar ellos mismos yogures, quesos y mantequillas. Y la leche que no aprovechaban para eso empezaron a embotellarla y venderla con su propia marca.

Sus productos se encuentran en tiendas de barrio y pequeños supermercados de las comarcas de Monforte y Ourense y están empezando a llegar también a Vigo y Pontevedra. Los compradores tienen la opción de devolver los envases en cualquiera de los establecimientos que los venden. Por cada uno les pagan diez céntimos en la propia tienda. Eso le permite a Casa da Fonte recuperar aproximadamente el 80% de los envases que utiliza.

El objetivo de este sistema de devolución de envases no es económico. Cuando en la granja decidieron aplicarlo no pensaban tanto en el ahorro como en el beneficio ecológico. «O que queremos é reducir residuos -explica Xosé García-, vai de acordo coa nosa filosofía de facer o noso traballo tan sostible como sexa posible». Cuando en el 2018 empezaron a hacer venta directa, sus envases eran de plástico. Poco después cambiaron al vidrio. «A idea -recuerda el propietario de la explotación -veume vendo o lixo que eu mesmo tiña na casa, que a bolsa do plástico érame case todo envases de leite e de iogur».

 

Mejor un poco limpios

En términos estrictamente económicos, en Casa da Fonte no tienen claro si ganan o pierden con este sistema. La diferencia, en cualquier caso, es pequeña. El proceso de envasado es el mismo, pero la recuperación de los envases que los clientes dejan en las tiendas les supone tiempo de trabajo. Un tiempo que sería menos si todos los envases les llegasen limpios. Tienen un lavavajillas industrial por el que pasan todos los envases a reutilizar. Lo que ocurre es que si el consumidor no les pasó un agua en casa antes de devolverlo a la tienda, ese lavado tienen que hacerlo ellos a mano antes de meter el recipiente en la máquina. «Axuda moito que veña lavado das casas, e non hai que facer nada a conciencia, chega cun simple aclarado». Las tapaderas no las aprovechan, aunque muchos consumidores también las devuelven.

Casa da Fonte no recibe ninguna ayuda pública por reutilizar los envases. A sus propietarios no les consta que haya siquiera posibilidad de pedir subvenciones por esto. En todo caso, tampoco les importa porque el problema no es el dinero. «Trátase de ética», asegura Xosé García.

«Queremos poder negociar directamente co propietario da tenda»

«Quero vender eu o que produzo, non regalarllo á industria». Así explicaba el cambio Xosé García, un ingeniero agrónomo de formación que en aquel momento tenía 31 años y había pasado casi diez compartiendo el trabajo con su padre hasta su jubilación. En el 2018 llevaba un tiempo haciendo crecer la granja, que en los tres años precedentes había pasado de cuarenta a cerca de sesenta cabezas de ganado. Hoy ya son 75, de las cuales 44 están en producción y el resto son becerros, algún toro o están recría. Desde el pasado mes de septiembre no vende ni un litro de leche a la industria. Volverán a hacerlo si cualquier pico momentáneo de producción les genera excedentes que excedan su capacidad de distribución, pero su negocio normal es la transformación y la venta directa.

La red de distribución de Casa da Fonte se basa en las tiendas de barrio y en algunos supermercados franquiciados. «O fundamental é que non dependan directamente de ningunha cadea -indica Xosé García-, que poidamos negociar directamente co propietario, para non quedar sometidos ás normas que impón a gran distribución». De lo contrario, añade, se someterían a lo mismo de lo que escaparon cuando decidieron dejar de vender su leche a la industria. «O que eles fan é apretar os prezos ao seu gusto», argumentan en Casa da Fonte.

 

El problema de la capacidad

Pero es que aunque quisieran hacerlo, tampoco esta granja de Mañente tiene probablemente en estos momentos capacidad de producción suficiente como para suministrar a un gran distribuidor. «Igual nos teríamos que centrar nun só comprador e quedar sen os clientes que temos», razonan los responsables de esta explotación.

Empleo para cuatro personas y 1.500 litros vendidos cada semana

Casa da Fonte coloca cada semana en el mercado alrededor de 1.500 litros de leche en distintas formas. Unos ochocientos litros se venden directamente como leche, sin transformar. Entre cuatrocientos y seiscientos, según la época, salen en quesos. Y aproximadamente doscientos se venden en yogures. La granja tiene en plantilla en estos momentos a cuatro personas, dos de ellas dedicadas al cuidado de tierras y animales (tienen gallinas y cerdos, además de vacas), una a la transformación y otra al reparto y las ventas.


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