La Voz de Galicia

El norte de Italia se rebela: los milaneses salen en masa a tomar el aperitivo

Sociedad

M. L. R edacción / La Voz
Una joven toma un aperitivo en la dársena de Milán

La provincia de Alto Adigio ignora la orden del Gobierno y reabre sus negocios

09 May 2020. Actualizado a las 10:43 h.

El alcalde de Milán, Giuseppe Sala, está muy enfadado y no es para menos. Cuando el país sobrepasa ya los 30.000 muertos por coronavirus (243 en las últimas 24 horas), el regidor italiano de una de las ciudades más afectadas por la pandemia abroncó a sus conciudadanos, después de las imágenes del jueves de cientos de personas que salieron a pasear y tomarse el aperitivo en la zona de los Navigli, donde los bares abrieron supuestamente para atender pedidos para llevar.

«Es para enfadarse, y mucho», dijo Sala después de que se hicieran virales las imágenes de esa zona de ocio de la capital de Lombardía, con multitud de gente paseando, bebiendo y agolpándose en las orillas de los canales. Y la mayoría, sin mascarillas.

En Italia ha comenzado una primera fase de desescalada y se permite salir de casa solo para hacer deporte, dar un paseo o en casos de necesidad, para comprar, por motivos de salud o por trabajo.

«Cuando hay que agradecer a los milaneses su comportamiento virtuoso, siempre soy el primero en hacerlo, pero [...] las imágenes de ayer [por el jueves] a lo largo de los Navigli son vergonzosas», afirmó el alcalde. Y añadió: «No soy un político de las metáforas, soy un político de los actos. O las cosas cambian hoy, no mañana, es un ultimátum, o mañana estaré aquí en el palacio Marino [sede del ayuntamiento] como de costumbre y tomaré medidas, cerraré los Navigli y cerraré la comida para llevar de los bares y restaurantes», aseguró.

Si aumentan los contagios habrá una marcha atrás en la fase. El alcalde sabe que está en juego la recuperación y el trabajo que sirve sobre todo para detener otra crisis, la económica y la social. «No permitiré que el uno por ciento de los que no tienen cabeza pongan a todos en problemas», afirmó Sala con tono muy serio.

El director de enfermedades infecciosas del hospital local Saccos, Massimo Galli, coincidió con él y calificó a Milán de «una bomba lista para reexplotar; Milán es una bomba, demasiados infectados han salido de casa ya», añadió. Por su parte, el presidente de la región de Lombardía, Attilio Fontana, también advirtió que «es el momento más delicado» y lamentó ver «tanta gente en la calle».

Por el momento, en Lombardía se mantiene el permiso para realizar deporte individual al aire libre como jugar al golf, montar a caballo, ir en canoa, jugar al tenis o escalar, pero sin abrir las áreas comunes como vestuarios.

No es la única zona del país con problemas en su fase de disminución del confinamiento. Todos los italianos tienen ganas de recuperar su vida anterior al coronavirus y las autoridades locales buscan resquicios legales para aligerar las órdenes que llegan de Roma. Es lo que ha hecho la norteña provincia de Alto Adigio, al ignorar las medidas decretadas por el Gobierno para una gradual reapertura. Desde el viernes, informa Efe, atienden sus tiendas minoristas, y el lunes les toca a bares, restaurantes y peluquerías, mientras que el 18 de mayo prevén recuperar la actividad las guarderías y escuelas de educación primaria. 

Decisión local de reapertura

La reapertura casi total de las actividades se aprobó en el consejo provincial del jueves y choca con el decreto del Gobierno, que impone que antes del día 18 no se abrirán las tiendas en espera de que pasen las dos semanas para evaluar los datos epidemiológicos tras las primeras aperturas de actividades el 3 de mayo.

«Después de que Roma no escuchó durante semanas las solicitudes de una diferenciación regional de las medidas, decidimos emprender nuestro camino legislativo autónomo», explicó el presidente Arno Kompatscher. La provincia alega sus condiciones de provincia autónoma y en una región, el Trentino-Alto Adigio, que tiene un estatuto especial. Al Alto Adigio pueden seguirle otras regiones. El presidente de Friuli-Venecia Giulia ya adelantó que a partir del lunes permitirá que las tiendas que estén preparadas puedan abrir. Lo mismo dijeron los mandatarios de Ligura y de Véneto.

Ante estas presiones, el Ejecutivo italiano, que tenía programada la reapertura de bares, restaurantes y peluquerías para el 1 de junio, prevé adelantar la fecha al 18 de mayo.


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