La Voz de Galicia

¿Reiki en el voluntariado universitario?

Sociedad

E. Álvarez Santiago / la Voz

Dentro de la oferta de participación social de la Universidade de Santiago se incluye un programa para formarse en esta técnica y trabajar con distintos colectivos

02 Sep 2019. Actualizado a las 14:48 h.

En el año 2017 la Organización Médica Colegial puso en marcha un Observatorio contra las Pseudociencias y Pseudoterapias y analizó unas 170 terapias naturales. Entre ellas estaba el reiki, desarrollada en 1922 por el budista zen japonés Mikao Usui. De ella dice el observatorio que «no deja de ser una técnica más de relajación que puede tener ciertos efectos beneficiosos». No existen dudas de que no cura enfermedades, pero puede aliviar la ansiedad, mejorar el estado de ánimo o incluso algo el dolor a pacientes con cáncer a través de un efecto relajador. Es una de las pseudoterapias de mayor popularidad, dice el observatorio, que concluye «sin ninguna base científica, ni evidencias de resultados, sin embargo hay gente que lo practica».

Esta técnica o terapia forma parte de uno de los programas que ofrece el voluntariado de la USC. Lo hace a través de una asociación gallega, Wài.Chi Compostela, una entidad sin ánimo de lucro entre cuyos objetivos figura promocionar el bienestar social mediante el uso del reiki y otras terapias. Colaboran con hospitales y clínicas, entidades públicas y privadas y centros educativos. Y forma parte de la oferta de voluntariado de la Universidade de Santiago a través de un programa en el que los universitarios que quieran colaborar serán formados para hacer tareas de participación social con personas enfermas de cáncer, jubilados, personas con escasa movilidad o niños con TDAH o trastorno del espectro autista.

Pero ¿tiene cabida el reiki en una universidad? El director de la oficina de voluntariado, Javier Agrafojo, defiende este programa y la asociación que lo gestiona, «esta entidade traballa na unidade de desordes de alimentación do hospital e con asociacións de enfermos de cancro porque son elas as que consideran que é unha metodoloxía de traballo interesante».

En ningún caso, insiste, se trata de sustituir ningún tratamiento o terapia médica, sino de un complemento que muchas veces reclaman las asociaciones de pacientes, «eu non son quen para dicirlle a unha asociación que traballa con enfermos de cancro cales son as metodoloxías máis correctas, porque non teño competencias para iso», apunta Agrafojo.

En el caso de los enfermos de cáncer, esta terapia se utiliza como técnica de relajación en pacientes con quimioterapia, «o reiki é un modelo para abordar determinadas cuestións que lle pode valer a algunha xente ou non, non obrigamos a ninguén». El responsable del voluntariado de la USC defiende el proceso de selección de los programas que ampara, «curámonos en saúde de que o que non é correcto non teña a universidade como foro para poder diseminar o seu discurso».

El caso del reiki es llamativo en un momento en el que los colegios médicos han emprendido una batalla contra todo tipo de pseudoterapia o pseudociencia. De hecho, en el 2017 el servicio madrileño de salud pidió a los hospitales públicos que no publicitasen ni promocionasen el reiki través e una circular interna, meses después de se prohibiese esta práctica en hospitales en los que se proporcionaba.

La USC, por su parte, insiste en que es uno de los múltiples programas con los que cuenta, y que son las propias asociaciones de enfermos las que solicitan a esta entidad su presencia.


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