La Voz de Galicia

La ONU alerta: una de cada nueve personas pasa hambre en el mundo

Sociedad

M. Otero REDACCIÓN / LA VOZ

Las cifras han regresado a niveles de hace una década por las guerras, el retroceso económico y el cambio climático

12 Sep 2018. Actualizado a las 12:12 h.

En el 2017, 821 millones de personas (en torno a uno de cada nueve habitantes del planeta) pasaron hambre en el mundo, según el informe sobre el Estado de la seguridad alimentaria y la nutrición en el mundo, difundido por la ONU. Esta cifra supone un regreso a los niveles de hace una década, y el aumento de 17 millones con respecto a los del 2016 (804 millones). La situación está empeorando en América del Sur y la mayoría de las regiones de África, según asegura este informe, que también observa que en Asia se está ralentizando la mejora lograda durante los últimos años. En total, el estudio calcula que en América Latina hay 32,3 millones de personas subalimentadas, 21,4 millones de ellas en América del Sur. La región más afectada por el hambre es el este de África, una zona azotada por conflictos en países como Eritrea y Sudán del Sur. Aquí, el 31,4 por ciento de la población se considera desnutrido

Una dieta saludable es vital, pero «esas dietas son cada vez más y más caras para los pobres» Las causas de esta alarmante situación podemos encontrarlas en las guerras, el retroceso económico y los desastres naturales, según los autores del informe, que temen que no pueda conseguirse el objetivo de desarrollo de la ONU de Hambre Cero para el 2030. El cambio climático tiene una mención especial en este apartado. «El número de desastres relacionados con el clima extremo, incluyendo las olas de calor, sequías, inundaciones y tormentas, se ha duplicado desde la década de 1990», señala el informe, y recuerda que la nutrición es extremadamente susceptible a los cambios en el clima. Aseguran que, al final, «lo que veremos es que la agricultura ya no es viable en algunos países porque ya no se puede confiar en los sistemas climáticos allí», afirmó Gernod Laganda, experto en medio ambiente del PMA. Y esto ocurrirá tanto en África como en California, alertó. 

Los niños

El informe también subraya que 151 millones de niños menores de cinco años -un 22 por ciento del total del planeta- van con retraso en el crecimiento. «La emaciación (delgadez excesiva y bajo peso para la estatura) continúa afectando a más de 51 millones de niños menores de cinco años del mundo y estos niños tienen un mayor riesgo de morbilidad y mortalidad». Además, a causa de una mala nutrición, 38 millones de niños menores de cinco años sufren sobrepeso, destaca el informe. Y es que la pobreza y el hambre no implican siempre delgadez. Un escaso acceso a los alimentos y, especialmente, a alimentos saludables, contribuye a la desnutrición, así como al sobrepeso y la obesidad. «El costo más alto de los alimentos nutritivos, el estrés que significa vivir con inseguridad alimentaria y las adaptaciones fisiológicas a la restricción de alimentos ayudan a explicar por qué las familias que se enfrentan a inseguridad alimentaria tienen un riesgo más alto de sobrepeso y obesidad», explican los expertos.

El acceso a una dieta saludable es vital, pero «esas dietas saludables son cada vez más y más caras para los pobres», subrayó Víctor Aguayo, director del Programa Global de Nutrición de Unicef.

Hasta hace pocos años, la reducción de las cifras del hambre había sido una historia de éxito, sobre todo gracias al rápido desarrollo económico en Asia. En el 2015, la ONU celebró que más de 200 millones de personas dejaran de sufrir hambre desde 1990.

Sobre las soluciones necesarias, el informe subraya que «exigen asociaciones más estrechas y financiación plurianual en gran escala para programas integrados de reducción y gestión de riesgos de catástrofes y adaptación al cambio climático con perspectivas a corto, a medio y a largo plazo».

Otra advertencia sobre las tasas de vacunación en la UE

R.A.

El informe de la OMS también enfatiza que las tasas de vacunación infantil están mejorando en general en toda Europa, pero destaca como los brotes recientes de sarampión y rubeola en algunos países ponen en peligro la capacidad europea para eliminar estas enfermedades.

Por ello, advierten de que se requiere un monitoreo y cumplimiento cauteloso. Durante la última década, las tasas media de la cobertura de la vacunación aumentaron o permanecieron casi estáticas para las tres vacunas infantiles contra el sarampión, la polio y la rubeola. La mayoría de los datos indican que todavía hay diferencias considerables en las tasas de vacunación entre los países, y algunos tienen tasas de vacunación por debajo del 90 %.

El informe tiene un apartado especial para los que se oponen a las vacunaciones. En él, advierten de que el sarampión y la rubeola son enfermedades altamente contagiosas. Por lo tanto, se necesita al menos un 95 % de cobertura de inmunización de cada cohorte anual para lograr la protección de la comunidad y eliminar las enfermedades.

La cobertura de inmunización en la región europea de la OMS es generalmente alta, pero advierten de que hay desafíos, como la difusión de desinformación sobre las vacunas, lo que ha dado lugar a un nivel relativamente bajo de confianza en la seguridad de las vacunas en algunos países. «Esta es una preocupación seria que todas las partes interesadas en la inmunización deben continuar abordando», enfatizan, añadiendo que trabajan para crear y mantener la confianza del público en las vacunas y las autoridades que las suministran.

Publicado cada tres años, el informe tiene como objetivo realizar un seguimiento de los objetivos establecidos por el marco político europeo, Salud 2020, que pretende establecer sistemas de atención sanitaria universales, equitativos, sostenibles y universales que permitan a los individuos controlar las decisiones sanitarias que más afecta sus vidas

«La mayoría de los países europeos han tomado medidas importantes para alcanzar los objetivos clave establecidos por Salud 2020», dijo el Zsuzsanna Jakab, Director Regional de la OMS para Europa. «Los factores de riesgo relacionados con el estilo de vida son motivo de preocupación, ya que pueden ralentizar o incluso revertir los grandes aumentos en la esperanza de vida si no se controlan», advirtió Jakab.

El Informe Europeo sobre la Salud fue publicado ayer en Londres, días antes de la reunión anual del Comité Regional de la OMS para Europa, que tiene lugar del 17 al 20 de septiembre en Roma, Italia, en el que los delegados de los 53 estados miembros de la región europea debatirán sus conclusiones.

En Europa, preocupados por el sobrepeso y el tabaquismo

rita álvarez tudela

Mientras el hambre hace estragos en el resto del mundo, los europeos disfrutan de un aumento de la esperanza de vida y la reducción de la mortalidad prematura. No obstante, desde la Organización Mundial de la Salud (OMS, por sus siglas en inglés) advierten precisamente, de que sobrepeso y obesidad, junto a tabaquismo y alcohol, obstaculizan el progreso en algunos países.

Las personas viven de media hasta más de un año más en comparación con los datos de hace cinco años. Sin embargo, todavía hay más de una década de diferencia (11,4 años) entre los países con la esperanza de vida más alta y la más baja. Además, se han logrado buenos avances en la reducción de las muertes por todas las causas desde el comienzo del milenio, con una reducción cercana al 25 % en 15 años. Europa está superando el objetivo de reducir las muertes prematuras por enfermedades cardiovasculares, cáncer, diabetes y enfermedades respiratorias crónicas en un 1,5 % anual hasta 2020. Pero esta cifra se ve empañada por las tasas de tabaquismo, que son las más altas del mundo, con una de cada tres personas de más de 15 años fumando. Si bien el consumo de alcohol está disminuyendo en general, el consumo entre los adultos sigue siendo el más alto del mundo.

En el caso del sobrepeso (definida como un IMC mayor o igual 25 kilos) y la obesidad (un IMC de 30 kilos o más) los niveles van en aumento. En la mayoría de los países de la región, la prevalencia del sobrepeso es más alta entre los hombres, mientras que la obesidad es más alta entre las mujeres. La tasa aumentó del 55,9% en 2010 al 58,7 % en 2016 para el sobrepeso, y del 20,8 % en 2010 al 23,3 % en 2016 para la obesidad.


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