La Voz de Galicia

El Atlántico entra en fase de ebullición

Sociedad

xavier fonseca redacción / la voz

El huracán Florence de categoría 4 amenaza a Estados Unidos donde ya se ha ordenado la evacuación de un millón de personas. El huracán Helene podría tomar una ruta hacia el norte y aproximarse a la Península

11 Sep 2018. Actualizado a las 14:49 h.

El Atlántico se encuentra desatado. Atrás quedan los días tranquilos de actividad ciclónica debido a la presencia de aguas más frías de lo normal frente a la costa noroeste de África, donde dan sus primeros pasos las tormentas tropicales. En apenas unas semanas, el océano ha pasado de la inactividad a la fase de ebullición. Ahora mismo hay tres huracanes en pleno desarrollo.

El más peligroso se llama Florence. Este huracán lleva días debilitándose y fortaleciéndose mientras viaja hacia América. Durante las últimas horas ha sufrido una rápida intensificación y ya ha alcanzado categoría 4. Este gigante sistema de bajas presiones cruzará en unas horas las cálidas aguas del Golfo de México y la evaporación le servirá para aumentar su intensidad todavía más. El Centro Nacional de Huracanes predice que tocará tierra en la costa este de Estados Unidos con vientos sostenidos de al menos 185 kilómetros por hora. La trayectoria que toma Florence en estos momentos le lleva directamente hacia Las Carolinas y Virginia, donde se ha ordenado la evacuación obligatoria de un millón de personas. Sus características lo convierten en un fenómeno devastador. A Florence le sigue Isaac, que tomará una ruta alternativa. Los modelos meteorológicos señalan que a partir del viernes podría afectar a países caribeños como Puerto Rico o la República Dominicana.

Y detrás de Florence e Isaac viene Helene, situado de momento al oeste de Cabo Verde con categoría 1. Este huracán tiene planes muy diferentes. A finales de semana dejará de impulsarse con los vientos alisios y se moverá hacia el norte hasta situarse cerca de las Azores. Desde ahí podría seguir ascendiendo y tomar los vientos del oeste que conducirían a Helene hacia la Península la próxima semana. La posibilidad de que esto ocurra es real aunque una previsión tan a largo plazo presenta demasiada incertidumbre. Los principales modelos observan ese viraje hacia el norte aunque difieren en su evolución posterior. El modelo CMWF europeo apuesta por acercarlo a la Península mientras el GFS americano lo aleja. Si finalmente afecta a Galicia por el camino sufriría un proceso de extratropicalización. Durante el ascenso se encontraría con aguas más frías que le restarían fuerza y después con aire gélido en las capas altas de la atmósfera. Helene perdería por tanto el principal alimento de un ciclón tropical y se convertiría en una profunda borrasca antes de poder alcanzar la comunidad gallega. El temporal, eso sí, estaría asegurado.


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