La Voz de Galicia

«Teño montado miles de aparatos de radio e de televisión na miña vida»

Rois

uxía lópez rois / la voz
Manuel Pérez en un galpón de su casa con radios antiguas y con uno de los micrófonos que tiene.

La profesión de Manuel Pérez giró en torno al sonido y a la imagen y llegó a tener un cine en Urdilde

22 Apr 2016. Actualizado a las 05:00 h.

Cuando llegó la luz eléctrica a su tierra natal de Rois, allá por el año 1950, un jovencísimo Manuel Pérez Castro, más conocido como Selmo por la casa familiar, empezó a estudiar las radios. Fue el inicio de una carrera profesional dedicada a los aparatos de sonido e imagen, ya que posteriormente, vino el televisor. Después le siguieron las máquinas ordeñadoras de leche; llevar los altavoces para las orquestas en las verbenas gallegas; ser taxista, fotógrafo, radioaficionado; empresario de cine y, por supuesto, comerciante, uno de los primeros de su parroquia, la de Urdilde, en Rois.

Todo ello resume la vida profesional de Manuel Pérez, de 84 años y vecino de la aldea de Casal de Poño. Cuando llegó la luz eléctrica a esta zona de Rois, a Manuel Pérez le entró «o bicho» por las radios. Y ya no paró.

Primero estudió radio por correspondencia, «aparte da práctica», cuenta. «Montei miles de aparatos de radios e televisores na miña vida», explica Manuel Pérez. Sobre el año 1955 abrió un comercio en Urdilde, uno de los primeros del lugar. El negocio estaba centrado, en principio, en la venta de radios, pero después amplió a otros electrodomésticos. Dos de sus hijos siguen hoy con el comercio.

«Dalquela non había quen montara radios polos arredores e fíxeno eu. Vendinlle unha a cada veciño e mesmo tamén televisores na zona de Noia». También vendía máquinas de coser y recorrió cientos de aldeas con los cursillos para enseñar a utilizarlas. Montó, además, todas las ordeñadoras de leche de la comarca, salvo dos, que ya estaban instaladas, y solo en la parroquia de Urdilde fueron 180, recuerda.

Selmo anduvo 30 años poniendo los altavoces a las orquestas en las verbenas de Galicia (otro hijo sigue con el negocio); cuando se produjo la concentración parcelaria, llegó a vender más de 100 tractores y coches en dos años, en torno a 1960. Durante quince años tuvo un cine en un local de Urdilde, que aún hoy conserva la taquilla (tapiada), que después se convirtió en sala de baile al sacar las butacas.

«Tamén fun electricista, fontaneiro e taxista», relata este vecino de Rois quien habla de que «nos pobos pequenos hai que traballar moito porque cunha soa cousa non saes adiante». También tuvo vacas, de leche y carne.

Ahora, jubilado, aún restaura de vez en cuando alguna radio antigua y así lo atestigua el taller que trasladó desde el negocio de Urdilde a su aldea natal de Casal de Poño, donde otro hijo restauró la vivienda familiar y la convirtió en casa de turismo rural.

«Un dos fillos dálle ben ao sistema actual das radios porque a técnica de agora é distinta a de antes, pero para as radios antigas os vellos sabemos máis diso», asegura Manuel. En este sentido, para este vecino de Rois los aparatos de ahora «son de tirar unha vez que rompen; as de antes podíanse arranxar pero as de agora, ao ano seguinte de facelas, xa non teñen repostos porque as fabrican como chourizos».

Además, explica, antes los aparatos funcionaban con lámparas (él aún guarda más de 2.000, dice) y «tiñan mellor son que «as transitorizadas», cuenta. A mayores, añade, los aparatos con lámparas no tenían «posibilidade de adaptación» para usar la frecuencia modulada (FM) y de ahí que se quedaran obsoletas cuando la mayor parte de las emisoras dejaron de emitir con amplitud modulada (AM), «co que había que comprar unha nova», señala.

Aparatos de sonido, pero también de imagen, porque fue fotógrafo y, por falta de tiempo, se le acumularon más de 20 bodas sin hacer. «Fixen moitas fotos antes de vir o color», afirma. Varios aparatos antiguos, entre ellos radios, atestiguan la vida profesional de Selmo, dedicada en buena medida al sonido y a la imagen.

Luz eléctrica. La llegada de la «corriente» despertó la curiosidad de Manuel Pérez por las radios y ya no pudo parar, al ser un «home moi activo». Fue el inicio de su vida profesional.

Jubilación. Con 84 años, este vecino de Rois está jubilado, pero aún restaura radios antiguas.


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