La Voz de Galicia

Castro Lupario, una joya arqueológica por descubrir

Brión

emma araújo santiago / la voz

El Concello de Teo organizó una ruta arqueológica tras su limpieza, promovida por Brión y Rois

05 Nov 2018. Actualizado a las 12:45 h.

La historia no entiende de fronteras y el interés por el patrimonio tampoco. Una prueba de ello se dio en la mañana de ayer cuando medio centenar de personas, en su mayoría vecinas de Teo, se dieron cita en el cruceiro de Francos para participar en la primera actividad vinculada a la Feira do San Martiño, que se celebra el día 11. Esta propuesta consistía en una ruta arqueológica al castro Lupario, ubicado en Brión, aunque también toca Rois. Sin embargo, la vinculación histórica con este espacio se da mayoritariamente con el vecindario de Teo, que atesora leyendas sobre este lugar, al que denominan castro de Francos.

La visita, que sobrevivió a una jornada especialmente lluviosa, tenía el valor añadido de contar con el equipo arqueológico que en los últimos meses se encargó de los trabajos de limpieza.

Esta tarea correspondió a la empresa Argos Arqueología. Vanesa Trevín fue la directora del proyecto, en el que también trabajaron Víctor García Piñeiro y David Fernández Abella. Los tres hicieron ayer el recorrido explicando la importancia del castro Lupario, que solamente tiene registrada una excavación oficial. Fue en los años setenta del siglo pasado y en ella descubrieron restos de un petroglifo, un tesoro de monedas del siglo IV y la cabeza de una escultura medieval. Estos hallazgos hoy pueden verse en el Museo das Peregrinacións de Santiago porque por este lugar pasa el Camino de Santiago. Y, según las leyenda jacobeas, era la morada de la reina Lupa, que recibió a los discípulos del apóstol Santiago cuando trajeron sus restos a Galicia.

Los trabajos de limpieza en la superficie del castro, que ocupa unas dos hectáreas, permiten a los visitantes conocer mejor lo que queda de la antigua construcción, cuyo acceso también fue mejorado. Ambas tareas, acometidas en los últimos meses, permitieron hallazgos de restos de todo tipo, sobre todo cerámica medieval, lo que evidencia la importancia que tuvo este enclave, con varias construcciones y una iglesia que se mantuvo en pie al menos hasta el siglo XVI.

Los trabajos de limpieza, según confirmó el grupo de arqueólogos que asumió esta tarea, fueron planificados como una primera fase de un proyecto más ambicioso, ya que una de las tareas incluidas en el encargo fue de elaborar un plan de mantenimiento para que el trabajo realizado no se desperdicie.

 

Futuras excavaciones

El reto para el próximo año será poner en marcha un programa de divulgación sobre el castro como primer paso para una excavación arqueológica en el terreno, ya que todo apunta a que bajo la tierra ahora recién liberada de maleza hay mucho por descubrir.

Eso sí, los vecinos que ayer visitaron el castro también alertaron del riesgo de deterioro de la zona, bien por abandono o por prácticas irresponsables como las huellas de un quad y alguna rueda de moto por el monte que se percibían a simple vista.


Comentar