A prisión uno de los alborotadores de O Toural por robar en un piso de la plaza

Manuel Carril es uno de los integrantes del conflictivo grupo que se reúne desde hace meses en O Toural y que tiene desesperados a los comerciantes y vecinos de la plaza. Es, también, la prueba de que este colectivo es más un problema de delincuencia que de indigencia y que, como reclaman los afectados, la respuesta debe ser más policial que social.

Carril tiene numerosos antecedentes y es también el que el pasado mes de julio partió una pierna a otro de los integrantes del grupo con el que se peleó. Ahora está en prisión, pero no por esta agresión, sino por un asunto mucho más grave, ya que ha sido detenido por la Policía Nacional por entrar a robar en uno de los pisos de la plaza de O Toural. Aprovechó que una ventana estaba abierta para colarse en la vivienda y solo la intervención de un testigo y la rápida actuación de los agentes impidieron que se llevara nada de la casa.

La víctima está más que preocupada y con razón, porque considera que el robo en su piso supone un peligroso paso adelante en el problema causado por este grupo en O Toural. «Una cosa es que roben postales en las tiendas de la zona, que insulten a la gente, que se peleen entre ellos y que tengan la calle sucia, pero esto son ya palabras mayores, porque ahora tengo la sensación de que no solo están ahí tirados bebiendo y bebiendo todo el día, sino que también están vigilando los pisos y comercios para aprovechar cualquier descuido y entrar a robar», señala el afectado.

La realidad es que Manuel Carril, además de ser uno de los que ha estado formando parte del conflictivo grupo de O Toural, es un viejo conocido de la comisaría al que también ha estado vigilando de cerca la Policía Local de Santiago. Al margen de arrestos anteriores, los golpes más recientes con los que se le relaciona son en bares y pisos, sobre todo de la zona monumental compostelana.

El afectado, que pronto tendrá que ir a declarar en el juzgado, incluso se plantea solicitar una orden de alejamiento contra Carril para evitar que, cuando vuelva a estar en la calle, pueda apostarse de nuevo frente a su vivienda. «Tenemos miedo y es lógico, llevamos meses pidiendo al Concello que tome medidas y este robo confirma que hay un grave problema que el gobierno local no calibra ni quiere ver», afirma.