La Voz de Galicia

FlyThings, el cerebro que conduce a las empresas a la nueva era industrial

Mercados

Manuel Blanco Redacción / La Voz

La primera «spin off» del Instituto Tecnológico de Galicia recopila y procesa datos para mejorar todo tipo de procesos; es el resultado de diez años de trabajo

09 Sep 2018. Actualizado a las 05:13 h.

Hoy supone ya un pecado. A la vuelta de la esquina será directamente una herejía. Uno de los pilares de la cuarta revolución industrial será el uso masivo de información, el aprovechamiento de los millones de datos que generan las empresas para optimizar sus procesos productivos o para mejorar sus ventas, para entender mejor lo que quiere el consumidor o para predecir sus gustos y ser el más veloz del mercado. Jugar pues este partido, explotar en definitiva este combustible, es ahora mismo un desafío que será una obligación antes de que acabe esta década. Precisamente para afrontar este reto nacía hace un año FlyThings.io, la primera spin off del Instituto Tecnológico de Galicia (ITG), la fundación privada sin ánimo de lucro creada en 1991 por tres colegios profesionales gallegos: el de Arquitectos, el de ingenieros Industriales y el de ingenieros de Canales, Caminos y Puertos.

 

FlyThings es una plataforma tecnológica que recopila, almacena, procesa y monitoriza los datos de todo tipo de empresas con un único objetivo: mejorar sus procesos, así sean industriales, productivos, energéticos, contables o de gestión, por citar solo algunos ejemplos. Para ello, el software se vale de algoritmos de inteligencia artificial que proponen medidas para elevar la competitividad de las compañías y que la incorporan a la era de la industria 4.0: ahorrar energía, instalar un sensor, sustituir una máquina ineficiente, optimizar procesos de compra, modificar incluso el proceso de corte de una chapa... Las propuestas son tan diversas y transversales que en realidad suponen un traje a la medida de cada empresa en función de su identidad y necesidades.

 

La spin off vio la luz formalmente el año pasado, pero es el resultado de diez años de trabajo en el seno del ITG. Reconocido como Centro Tecnológico Nacional (en Galicia hay otros cuatro), el instituto ha desarrollado en este decenio proyectos de investigación en ámbitos muy diversos: gestión del agua, agricultura, energía... Todo este conocimiento acumulado por el medio centenar de ingenieros de la fundación (informáticos, industriales, arquitectos, de caminos...) habita en FlyThings, que en cierto sentido es un hijo colectivo de los distintos grupos de trabajo con los que cuenta el centro localizado en A Coruña. «Veíamos que era una necesidad del mercado -explica Óscar González Represas, director del área TIC del ITG- y por eso nos decidimos a darle forma de empresa, que obviamente tendrá su propio recorrido».

 

El software está ya instalado en empresas como MRW o la energética gallega Greenalia, la cadena de joyerías José Luis e incluso se negocia su implementación en una firma rusa de supermercados, toda una señal de la versatilidad de esta tecnología. «Nosotros -precisa González Represas- lo que vemos son datos y fuentes de información. Visto desde fuera puede parecer que hacemos muchas cosas pero en realidad es la misma, lo que es diferencial son esas técnicas de IA que permiten optimizar los procesos de las empresas. La clave es actuar sobre el dato».

 

La foto fija que maneja el ITG es concluyente. El grueso de las empresas apenas aprovechan el 20 % de la información que generan. Desechan el restante 80 %: el auténtico pecado de esta era. La plataforma se dirige así a todas las firmas, sean del tamaño que sean, que generen un gran caudal de datos. «No hay un mínimo de empleados, de hecho, estamos trabajando con una firma que solo tiene cinco pero mueve mucha información y para ellos tener asegurado el consumo energético y la calidad del producto es fundamental. FlyThings se lo garantiza, por eso resultamos muy útiles para cualquier pyme gallega que encaje en este perfil», precisa González.

En este sentido, la spin off se ha detenido en lograr que la usabilidad del software sea una señal de identidad de la plataforma («cualquier trabajador con una formación básica puede consultar y comprender la interfaz», arguye), tanto como en integrar distintas fuentes de información, como por ejemplo el vídeo o la imagen, además de las más clásicas. Todo, con la idea de alimentar a ese cerebro convertido en el hermano mayor de las empresas.

 

 

 

La plataforma usa la IA para proponer medidas: sustituir una máquina, ahorrar energía, cambiar un proceso


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